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DOMINGO 10 DE ENERO DE 2010
M. Shrestha (EFE) / Kat
mandú

Después de tres años en campos supervisados por la ONU, la salida de los miles de ex combatientes, entre ellos muchos menores, que lucharon en las filas de la guerrilla maoísta durante la guerra, comenzó ayer en Nepal con la esperanza de que su integración en la sociedad se haga realidad.
Unos 200 antiguos milicianos abandonaron el campo de Sindhuli, unos 150 kilómetros al sureste de la capital del país, en una ceremonia con la que arrancó la salida de los ex combatientes, según puntualizó el comandante guerrillero Nanda Kishore Pun.
El proceso se está llevando a cabo bajo la mirada de un equipo de la Misión de la ONU en Nepal (Unmin), que también se encargará de revisar las salidas en el resto de campamentos durante los próximos 40 días.
En ese plazo, los 4.008 ex milicianos que quedaron fuera del proceso de integración en las fuerzas de seguridad del país tras el fin de la guerra en 2006 deberán dejar los campamentos e iniciar su reinserción social.
En diciembre de 2007, la Unmin, encargada de supervisar el proceso de paz, confirmó a casi 20.000 antiguos guerrilleros para su integración en las fuerzas de seguridad nepalíes, mientras 4.008 quedaron descartados por ser menores o haber sido reclutados con posterioridad al alto el fuego.
Según la prensa local, se desconoce exactamente cuántos milicianos maoístas, de los más de 4.000 registrados por la ONU, permanecen todavía en los campos, ya que algunos de ellos podrían haberlos abandonado antes del inicio oficial del proceso.
Según el comandante Pun, entre los combatientes que han dejado Sindhuli se mezclaba ayer la alegría con la tristeza. «Aquellos que salieron estaban felices», dijo el líder insurgente, quien aclaró que es un sentimiento «natural» experimentar tristeza después de haber «luchado juntos tanto tiempo».
El Gobierno de Nepal y la antigua guerrilla maoísta acordaron a mediados de diciembre de 2009 la salida de los ex combatientes de los campos, tras lo cual comenzará un programa de rehabilitación con el objetivo de que no se impliquen en actividades militares. Como parte de la iniciativa, la Unmin ha ofrecido cursos para enseñar oficios y educación hasta secundaria, aunque Pun se mostró cauto y aseguró que las ayudas a los guerrilleros todavía están siendo discutidas.
En los próximos meses, la ONU contactará con los ex combatientes que han salido de los campos para revisar su proceso de integración. Según Naciones Unidas, en la actualidad hay unos 500 milicianos menores de 18 años viviendo en estos asentamientos.
En noviembre de 2006, Nepal puso fin a 10 años de guerra con un acuerdo que en el que Gobierno y guerrilla pactaron la proclamación de la República en el país y la redacción de una Constitución antes del próximo mes de mayo.
El proceso se está llevando a cabo bajo la mirada de un equipo de la Misión de la ONU en Nepal (Unmin), que también se encargará de revisar las salidas en el resto de campamentos durante los próximos 40 días.
En ese plazo, los 4.008 ex milicianos que quedaron fuera del proceso de integración en las fuerzas de seguridad del país tras el fin de la guerra en 2006 deberán dejar los campamentos e iniciar su reinserción social.
En diciembre de 2007, la Unmin, encargada de supervisar el proceso de paz, confirmó a casi 20.000 antiguos guerrilleros para su integración en las fuerzas de seguridad nepalíes, mientras 4.008 quedaron descartados por ser menores o haber sido reclutados con posterioridad al alto el fuego.
Según la prensa local, se desconoce exactamente cuántos milicianos maoístas, de los más de 4.000 registrados por la ONU, permanecen todavía en los campos, ya que algunos de ellos podrían haberlos abandonado antes del inicio oficial del proceso.
Según el comandante Pun, entre los combatientes que han dejado Sindhuli se mezclaba ayer la alegría con la tristeza. «Aquellos que salieron estaban felices», dijo el líder insurgente, quien aclaró que es un sentimiento «natural» experimentar tristeza después de haber «luchado juntos tanto tiempo».
El Gobierno de Nepal y la antigua guerrilla maoísta acordaron a mediados de diciembre de 2009 la salida de los ex combatientes de los campos, tras lo cual comenzará un programa de rehabilitación con el objetivo de que no se impliquen en actividades militares. Como parte de la iniciativa, la Unmin ha ofrecido cursos para enseñar oficios y educación hasta secundaria, aunque Pun se mostró cauto y aseguró que las ayudas a los guerrilleros todavía están siendo discutidas.
En los próximos meses, la ONU contactará con los ex combatientes que han salido de los campos para revisar su proceso de integración. Según Naciones Unidas, en la actualidad hay unos 500 milicianos menores de 18 años viviendo en estos asentamientos.
En noviembre de 2006, Nepal puso fin a 10 años de guerra con un acuerdo que en el que Gobierno y guerrilla pactaron la proclamación de la República en el país y la redacción de una Constitución antes del próximo mes de mayo.
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