domingo, 28 de febrero de 2010

CNM, Guillén y los cambios necesarios



Por Carlos Castro
El miércoles 24  el Twitter de La República dio  a conocer, antes que otros medios, el acuerdo del pleno del Consejo Nacional de la Magistratura por el cual declaraba la nulidad del concurso nacional para jueces y fiscales supremos. La decisión del CNM mandaba al tacho un proceso plagado de denuncias de corrupción, incluyendo las de un postulante a quien, según su propia confesión, uno de los consejeros le insinuó el pago de una coima.
 No fue la única buena noticia, como opinó Justicia Viva de IDL. El CNM también acordó difundir las pruebas de los postulantes y renovó su presidencia, la cual fue asignada al consejero Maximiliano Cárdenas. Al cierre de este comentario, el Consejo ha cumplido en parte con el segundo aspecto del acuerdo: ha publicado la transcripción de los exámenes de los fiscales Avelino Guillén y Tomás Gálvez pero no los facsímiles de las pruebas. Y esto último es importante para despejar toda duda. Por lo pronto, uno de los veedores confirmó que la nota correspondiente al fiscal Guillén fue adulterada: le quitaron 12 puntos, con el evidente propósito de dejarlo fuera del concurso.
Los fujimoristas han pretendido enlodar la trayectoria profesional de Guillén a partir de su eliminación del concurso. Es evidente que jamás le podrán perdonar que pusiera al descubierto ante los peruanos y la justicia la red mafiosa y criminal que desde el poder montaron Alberto Fujimori y Vladimiro Montesinos. Pero a Guillén, como recordó el director de IDL, Gustavo Gorriti, el país ya le tomó examen y salió aprobado.
El caso del fiscal Guillén, sin embargo,  es solo la punta del iceberg de una institución como el CNM, que siendo fundamental para la aplicación de la justicia y la sostenibilidad de la democracia en el país, requiere renovarse con urgencia. Esto es transparentar sus actos y dejar de actuar como una sociedad cerrada, en la que los consejeros se comportan a la manera de  jueces sin rostro, con un espíritu sancionador, mientras los magistrados sometidos a proceso no tienen la opción de reclamar los resultados de sus pruebas.
Por coincidencia el mismo miércoles el  programa Justicia Viva de IDL y el diario La República realizaron la  mesa redonda “Propuestas para mejorar el Consejo Nacional de la Magistratura”. El debate tuvo la virtud de reunir a dos destacados juristas y docentes universitarios y a representantes de la sociedad civil como Capital Humano y Social, Colegio de Profesores, Colegio de Abogados, la CGTP y  un ex consejero.
El foro dejó varias ideas fuerza. Una de ellas es volver a la composición original del CNM: de los siete miembros, cinco deben ser abogados y los otros dos no.  En el futuro esta cifra debe subir a nueve con los representantes de los trabajadores y de los empresarios. Carmela Sifuentes, de la CGTP, explicó que la idea es que los delegados de ambos sectores sean personas que sepan de derecho. También replantear la valoración para el nombramiento o ratificación. Ocurre que el currículum, que se llena de papeles y diplomas obtenidos en universidades dudosas, tiene el mismo valor que las otras pruebas.
Lo que dejó el foro es la necesidad de desarrollar un perfil del consejero que responda a principios y valores éticos y que en la designación o ratificación de jueces y fiscales se tome en cuenta su trayectoria, su honestidad, su solvencia moral y ética, la calidad de sus sentencias, un “sacerdote de la justicia”, lo llamó el decano del CAL. Hasta el próximo domingo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario