miércoles, 3 de febrero de 2010

La decisión de Lourdes


Por Carlos Reyna
La prensa  limeña  bien  podría  preparar  este  titular: Lourdes Flores se lanza a la alcaldía de Lima. Parece que la decisión está casi tomada porque,  con  esa  candidatura,  doña  Lourdes podría curarse varias jaquecas de los últimos meses.
Como se sabe, varios alcaldes distritales del PPC y de Solidaridad Nacional incurrieron en deslealtad. Sus partidos no tenían un candidato fuerte a la alcaldía de Lima. No  había la locomotora necesaria para sus proyectos reeleccionistas. Comenzaron a irse con Alex Kouri. Lanzada Lourdes a Lima Metropolitana se podría revertir la deserción de los infieles. No por amor, quizás, pero sí por sus dotes electorales.
Esa misma candidatura podría ser la clave para un amiste con Luis Castañeda Lossio. Se distanciaron porque ambos rivalizaban como candidatos presidenciales. Ahora podrían contraer las nupcias perfectas. El caballero va a Palacio de Gobierno, la dama al Palacio Municipal, y se apoyan recíprocamente. Renacería Unidad Nacional, con chance de hacer capote en 2010 y 2011.
Este gambito, además, aliviaría a doña Lourdes de una candidatura presidencial con poca chance. Una tercera derrota consecutiva sería un mal epílogo para su carrera y acaso también para su partido. En cambio, en la disputa por la Lima de hoy, ella sería favorita y una victoria la dejaría recargada para lo que venga.
Don Jorge del Castillo, vivo para estas cosas, intenta desanimarla. Que ya no está para lides municipales, que lo suyo son las ligas presidenciales. Claro, para la aspiración presidencial del ex premier, mejor sería que Lourdes Flores y Luis Castañeda rivalicen entre sí.
Algunos de los propios líderes pepecistas, también intentan desalentar a su lideresa respecto a la candidatura municipal. Insisten en que se lance por tercera vez para presidenta. Claro, así, aunque Lourdes pierda, ellos siempre tendrían chance como congresistas.
Esta vez sin embargo, pudiera ser más difícil de embaucar. “Esta vez no le perdono una a nadie”, ha dicho. Ojalá, porque perdona demasiado a ciertos caballeros. Desde los de CONFIEP que la dejaron por el fujimorismo, o el Grupo Romero que se fue con Alan, hasta acompañantes recientes como los señores Raúl Diez Canseco o  César Cataño. Candor personal o malicia de clase. ¿Cómo será?

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