martes, 23 de febrero de 2010

"La teta" saca a la luz abusos ignorados por años



El renombre alcanzado por la cinta de "La teta asustada", cinta que ganó el Festival de Berlín, fue postulada al Oscar a la mejor película extranjera y ha encendido el debate en torno a los abusos sexuales que padecieron miles de mujeres en los años 80 y 90 durante el conflicto armado con la subversión y las profundas secuelas psicológicas que dejó esa violencia.
El nombre del filme alude a una creencia andina según la cual el miedo y el sufrimiento que padece una mujer embarazada son trasmitidos al hijo a través de la leche materna al amamantarlo.
Para la cinta, la directora peruana Claudia Llosa se inspiró en un libro de la antropóloga estadounidense, Kimberly Theidon, profesora asociada de la Universidad de Harvard, quien observó la sintomatología de la "teta asustada" en los años 90 durante sus investigaciones de la violencia sexual contra las mujeres en siete comunidades campesinas de Ayacucho, a 330 kilómetros al sudeste de Lima.
Justicia
En el 2003, la CVR señaló en su informe que alrededor del 83% de las violaciones ocurridas durante el conflicto armado fueron cometidas por las fuerzas del orden, una cifra que había pasado inadvertida hasta que la película ganó el máximo premio en el festival de Berlín en febrero del 2009.
Hasta ahora no hay un solo militar o policía que haya sido sentenciado por esas denuncias de violaciones, dicen activistas de derechos humanos, y entre las razones para esa impunidad están desde que las mismas víctimas no han denunciado oficialmente los casos --como la madre de Tenorio-- hasta que los violadores no se identificaban con sus verdaderos nombres y apellidos, sino que usaban alias, o tampoco eran de la zona de Ayacucho (el epicentro de la violencia política de los años 80), sino de otras localidades peruanas y nunca volvieron tras su servicio militar en aquella zona.
Recién en abril del 2009 se abrió el primer proceso contra 10 militares por violación sexual, en agravio de siete mujeres de las comunidades andinas de Manta y Vilca. El proceso, que tipifica jurídicamente el hecho como delito de lesa humanidad, sin embargo, avanza lentamente.

Resistencia

Los activistas de derechos humanos dicen que el ministerio de Defensa no colabora con las investigaciones, dando a conocer los registros en los que se consignaba qué militares y bajo qué seudónimos estuvieron destacados en determinadas zonas de emergencia del país.
Pero el ministro de Defensa, Rafael Rey, niega los registros y asegura que no hay forma de identificar a quienes pudieran haber cometido algún hecho delictivo en décadas pasadas.
"Suponiendo que en efecto haya sido así, que una patrulla haya cometido esa barbaridad, hay que ver que una patrulla está compuesta por 12 personas y en la zona hay 600, 700 (efectivos). No hay derecho de estar poniendo en dificultades a todos los 700", dijo Rey en una rueda de prensa con corresponsales extranjeros en septiembre pasado.
Francisco Contreras, ex jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, se quejó en un discurso público hace unos meses, cuando aún se encontraba en el cargo, de que las fuerzas armadas "están siendo obstaculizadas por organizaciones dedicadas exclusivamente a magnificar los errores".
Detalles
Investigadora. Theidon ve con satisfacción los triunfos de "La teta asustada" pero lamenta el tratamiento del caso en el Perú, dónde indicaque, "la justicia es un horizonte muy distante".

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