miércoles, 10 de febrero de 2010

Una elección no democrática

CARLOS REYNA

No parece que la elección interna en el Apra esté siendo una fiesta democrática. Para comenzar hay demasiadas caras molestas, y más que pasos de baile hay cualquier cantidad de zancadillas, lo cual no es usual en una fiesta. Y si es democrática debe ser también muy heterodoxa.
La amplitud de la participación es uno de los indicadores de una elección democrática. En este caso es visible la exclusión de las opciones representadas por dos apristas más o menos visibles: Luis Alberto Salgado y Jesús Guzmán Gallardo.
Salgado fue apartado del Apra por haber expresado moderada discrepancia con la actuación del gobierno de Alan García frente a la protesta indígena de junio del 2009. Guzmán ha sido un crítico del rumbo neoliberal y de la indulgencia frente a la corrupción.

Una real pluralidad de opciones es otro indicador democrático. Las que corren actualmente son en realidad distintas encarnaciones de una misma sumisión a la línea y mando de Alan García. Los que se atrevan a disentir comerán el mismo pan del destierro que Salgado y Guzmán.
Otro rasgo de la competencia democrática es que sea equitativa y limpia, sin planos inclinados a favor de nadie. He aquí que se han inventado delegados sindicales con tal desparpajo que hasta el veterano Armando Villanueva se ha enojado y pide rectificación.

Finalmente, una elección de este tipo es genuinamente democrática si realmente está en disputa la conducción, el gobierno del partido. Todos sabemos que esa conducción está y estará en manos del presidente García cualquiera sea el resultado de la elección. Entonces, las molestias, los sofocos y las zancadillas son por ocupar un lugar a su sombra.

Igual sabemos que, como en junio de 2004, el Presidente bien puede imponer su punto de vista sobre centenares de delegados y dictar cómo se resuelve la elección. Aquella vez canceló la competencia y obligó al reparto de cargos, favoreciendo a algunos y bloqueando a otros.
“¿Sigue siendo un partido tan vertical?”, le preguntó en 2007 un periodista de Caretas a Carlos Arana. “Así es. A pesar de que hemos querido crear una democracia, es muy duro”, respondió el actual jefe de Foncodes, que es uno de los favoritos del Presidente y que sabe menos por ciencia que por experiencia.

1 comentario:

  1. No hace falta ser militante del APRA para poder darse cuenta que atraviesa una graves crisis, si bien aun no orgánica pero si ideológica, doctrinaria y carente de principios. Sino recordemos las palabras de su lider histórico Armando Villanueva del Campo no hace mucho tiempo.
    El apra ha venido demostrando a través de la historia, sin ninguna verguenza su eclecticismo doctrinario siempre ligado a los intereses de las clases dominantes, ahora aplicando a raja tabla el neoliberalismo en nuestro país.
    Existen tambien dos agentes que ponen de manifiesto la crisis y la falta de rumbo del APRA, pues una vez más han dejado en claro que ellos no estan por el pueblo sino a favor de sus propios interes. En primer lugar, los conocidos altos dirigentes vienen entablando duros combates internos para imponer sus interes rastreros y en segundo lugar, los jovenes que asumen la militancia lo hacen más por tener un puesto laboral seguro más que por la memoria de Haya de la torre, lo que ha desencadenado una cadena de clientelaje.
    La disciplina que los apristan tienen como espina dorsal se ha venido deformando y no es nuevo ver a Alan García pronunciarse en contra de aquellos que critiquen el actuar del susodicho partido. cabe preguntarse entonces ¿qué tipo de democracia se puede vivr en un país si el propio partido de gobierno carece de democracia?

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