En un 25 por ciento podría reducirse la disponibilidad de agua en Lima en los próximos diez años, debido a la creciente demanda de este recurso en la población de la capital, advirtió hoy el director del Laboratorio Nacional de Hidráulica de la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI), Julio Kuroiwa Zevallos.
“Actualmente, la situación ya es crítica, pues hay que considerar que un millón y medio de personas no tienen agua en Lima. Entonces, cuando se les incorpore a este servicio habrá una significativa reducción, por lo que es impostergable buscar mecanismos de ahorro”, sostuvo.
ndicó que el promedio de agua disponible en la ciudad capital es de dos mil metros cúbicos per cápita al año, pero que esa cifra se estrecharía considerablemente si no se toman medidas lo antes posible.
Al señalar que el 70 por ciento de la población vive en la costa, que es la zona más seca del país, Kuroiwa Zevallos anotó que la tendencia es a que la cantidad de habitantes siga creciendo y con ello acrecentándose el problema de la falta de este recurso vital.
Explicó que en otros países como Colombia, cuando se utiliza más del 80 por ciento del caudal de una cuenca las autoridades consideran que la situación es grave.
“Sin embargo, aquí actualmente usamos el 100 por ciento del agua del río Rímac y lo que vemos discurrir por el lecho de ese río en época de estiaje –cuando alcanza su nivel mínimo– es producto de los desagües, porque todo el agua ya ha sido captada por la planta de La Atarjea.”
Agregó que actualmente se usan las aguas del río Chillón para el abastecimiento y se proyecta hacer lo propio con el río Lurín y el Cañete.
Desalinización del mar es alternativa a escasez
Kuroiwa Zevallos destacó que las entidades encargadas de este servicio ya buscan nuevas fuentes de agua como la del mar a modo de alternativa seria para paliar la escasez.
Detalló que la técnica de desalinización se abarató y, por ejemplo, en algunos lugares de Chile como La Serena tiene uso doméstico y en algunas aplicaciones, industriales. Mientras que en Israel, el 25 por ciento del agua empleada es desalinizada del mar.
No obstante, precisó que para este proceso se requiere de una gran cantidad de energía.
Ahorro del agua potable
El experto dijo que entre las medidas más urgentes que deben aplicarse para propiciar el ahorro del agua potable figura el cambio de los inodoros antiguos –que emplean de 10 a 14 litros de agua en cada descarga– por baños ahorradores –que emplean tres litros–.
Igualmente, se utilizarían caños con sensores para que el agua caiga sólo cuando se colocan las manos debajo e inmediatamente se corta cuando se retiran.
Asimismo, indicó que es urgente que se reparen las cañerías con fugas y que se detecten las conexiones clandestinas. “Porque cuando alguien no paga por el agua que usa, simplemente no le importa y la desperdicia.”
En ese sentido, consideró que la forma como se han fijado las tarifas de agua potable es la más justa. “Porque la familia que usa más de 20 metros cúbicos definitivamente tiene que pagar más.”
El experto ofreció estos alcances tras participar en el II Congreso Nacional del Agua, que se desarrolla en la sede de la UNI, entidad organizadora del certamen.
(Con información de Andina)
No hay comentarios:
Publicar un comentario