El último mensaje a la nación, al menos oficial, del señor Alan García Pérez y vemos que más que preocuparse por sus múltiples promesas incumplidas, lo que le preocupa sobre manera al actual mandatario es su regreso a la presidencia en el 2016.
Como era de esperarse, García, utilizando su "don" de orador volvió a engañar al pueblo con sus cifras maquilladas de crecimiento económico, con su super Yo del que todo lo hace todo lo puede, con su "auto crítica" pellejuda consigo mismo y con su afán indiscriminado de poder que lo caracterizan.
Aquí algunas de las cosas que menciona en su "trabajado" mensaje a la nación:
Con respecto al crecimiento económico: "gracias a la coincidencia de muchos factores esta es la hora de Perú ante el mundo"..."solo 2 o 3 países del mundo pueden decir que tienen un promedio de crecimiento del 6,5 por ciento". Mezquino al no mencionar que esas "coincidencias de factores" fueron el ahorro en el gobierno de Toledo. Por otro lado, ¿De que sirve que las "cifras de crecimiento económico" marquen 10 o 100 si la pobreza se acrecienta cada día más, si cuando nuestras madres van al mercado encuentran los precios por los cielos, si aun vemos personas morirse de hambre en la propia Lima y en los lugares de nuestra selva y sierra? HASTA CUANDO GARCÍA NO VA A ADMITIR QUE UNA COSA ES CRECIMIENTO Y OTRA DESARROLLO ECONÓMICO. Evidentemente lo segundo está lejos de concretarse. Dos podrían ser las respuestas a tanto alarde del señor presidente. O las cifras son totalmente maquilladas o el crecimiento solo acrecienta las barrigas y las billeteras de los potentados de nuestro país, por que el pueblo aun esta lejos de conocer esto.
Y ya que tanto hablo-incluso hasta de intervención militar- sobre las Universidades, hagámosle recordar esto "incrementar progresivamente el presupuesto de la educación hasta llegar al 6% el PBI" que prometió cuando estaba en campaña electoral y sumémosla a la lista de promesas incumplidas.
¿Y sobre la corrupción que? :
"Puede haber empleados públicos honestos, pero si sólo cinco se corrompen, el lodo de la sospecha mancha todo el sistema. No es fácil erradicar totalmente la corrupción, es la tarea más difícil que se puede encontrar". Esto no es más que una ofensa a la inteligencia del pueblo que sabe muy bien que el Apra es el partido político más corrupto de la historia peruana, que vende el territorio cual si fuera una subasta barata de juguetes-claro dejando una gran tajada en los bolsillos de ellos- y que no tienen el menor descaro en taparse sus actos de corrupción. Recordemos sino los célebres faenones y las aceitadas que hicieron temblar al propio Alan García y que causaron una serie de irregularidades -como el robo de usb y computadoras de los implicados (de la misma forma como los corruptos roban CPU´s en la UNFV), como la pérdida de la copia espejo del Usb de Gianotti, etc- con un par de jueces manejados como títeres para defender a los corruptos apristas. O los casos de cofopri que le hacían "favores" a los traficantes de terrenos al venderles propiedades a precio de ganga para que éstos luego estafaran al pueblo a su antojo. ¿O QUÉ, Acaso no se acuerda Alan García que su partido quedo acéfalo por falta de secretarios generales que dejaron sus cargos por denuncias de corrupción?.
¿Y el gas señor presidente? ¿es para los mexicanos o para los chilenos?
Lo que sea, lo cierto es que en ningún momento se oyó que se iba a priorizar el consumo interno. Esto en términos nacionalistas, podríamos definirlo como una traición a la patria por qué lejos de qué nos cueste más barato el gas seremos los que pagaremos el precio más alto. Al parecer a nuestros mandatarios no les interesa en nada, con tal de saciar sus ansias de poder y llenar sus bolsillos, saber que somos el país que paga la tarifa mas alta por el teléfono, por el petróleo, por el gas y por otros productos más. ¿Acaso pensaran estos "señores" que somos ricos, que tenemos suficiente dinero como para derrocharlo? o es que nos dirán luego que "como estamos cerca de ser un país de primer mundo hay que pagar no más". Armemos el rompecabezas para entender que quiere decir muy en el fondo García.
Se que estamos olvidando tocar muchos temas más, pero tambien sabemos que el pueblo sabe más que nadie qué problemas tenemos porque lo vivimos a diario: los analfabetos que no han sido contados seguirán siendo analfabetos; los estómagos de los de extrema pobreza que aun padecen extrema hambruna no serán engañados, los niños que aun no conocen que es una escuela porque tienen que trabajar en las calles serán indiferentes al colegio Presidente del Perú en donde dicen están los más inteligentes; los trabajadores que aun tienen que subsistir con 550 soles al mes con esposa e hijos que vestir y educar, pensaran que todo sigue igual; las madres de los jóvenes que ingresan a la PEA seguirán rezando todos los días para que sus hijos encuentren trabajo; nuestros ríos, bosques y nevados seguirán pereciendo ante la brutalidad de las transnacionales. Y los del poder económico aplaudirán el discurso una y otra vez por que estarán confiados y saltarán de un pie al recordar lo que dijo su señor presidente: "yo no puede poner un presidente, pero si puedo evitar que alguien quien yo no quiero lo sea".
El señor García hace planes para volver a gobernarnos el 2016 y prepara su agenda del Bicentenario en donde él pretende ser la estrella del show. Equivocado ésta si cree que el pueblo respaldará nuevamente a la persona que nos sumó en la más profunda crisis económica en los 80´s y que hoy sólo trae bonanza para los ricos que se hacen más ricos, aquél que el congreso acuso de ladrón, corrupto y genocida por la muerte muchos hijos del pueblo.
El pueblo sólo entra en repliegue en momentos difíciles como los que pasamos en décadas anteriores, hoy la situación es distinta; las luchas de los hermanos nativos en Bagua, de los mineros, de los agricultores, de la Macro Región Sur por la defensa del gas, de los universitarios, etc. Avizoran tiempos nuevos.
CIQANTU-UNFV
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Como era de esperarse, García, utilizando su "don" de orador volvió a engañar al pueblo con sus cifras maquilladas de crecimiento económico, con su super Yo del que todo lo hace todo lo puede, con su "auto crítica" pellejuda consigo mismo y con su afán indiscriminado de poder que lo caracterizan.
Aquí algunas de las cosas que menciona en su "trabajado" mensaje a la nación:
Con respecto al crecimiento económico: "gracias a la coincidencia de muchos factores esta es la hora de Perú ante el mundo"..."solo 2 o 3 países del mundo pueden decir que tienen un promedio de crecimiento del 6,5 por ciento". Mezquino al no mencionar que esas "coincidencias de factores" fueron el ahorro en el gobierno de Toledo. Por otro lado, ¿De que sirve que las "cifras de crecimiento económico" marquen 10 o 100 si la pobreza se acrecienta cada día más, si cuando nuestras madres van al mercado encuentran los precios por los cielos, si aun vemos personas morirse de hambre en la propia Lima y en los lugares de nuestra selva y sierra? HASTA CUANDO GARCÍA NO VA A ADMITIR QUE UNA COSA ES CRECIMIENTO Y OTRA DESARROLLO ECONÓMICO. Evidentemente lo segundo está lejos de concretarse. Dos podrían ser las respuestas a tanto alarde del señor presidente. O las cifras son totalmente maquilladas o el crecimiento solo acrecienta las barrigas y las billeteras de los potentados de nuestro país, por que el pueblo aun esta lejos de conocer esto.
Y ya que tanto hablo-incluso hasta de intervención militar- sobre las Universidades, hagámosle recordar esto "incrementar progresivamente el presupuesto de la educación hasta llegar al 6% el PBI" que prometió cuando estaba en campaña electoral y sumémosla a la lista de promesas incumplidas.
¿Y sobre la corrupción que? :
"Puede haber empleados públicos honestos, pero si sólo cinco se corrompen, el lodo de la sospecha mancha todo el sistema. No es fácil erradicar totalmente la corrupción, es la tarea más difícil que se puede encontrar". Esto no es más que una ofensa a la inteligencia del pueblo que sabe muy bien que el Apra es el partido político más corrupto de la historia peruana, que vende el territorio cual si fuera una subasta barata de juguetes-claro dejando una gran tajada en los bolsillos de ellos- y que no tienen el menor descaro en taparse sus actos de corrupción. Recordemos sino los célebres faenones y las aceitadas que hicieron temblar al propio Alan García y que causaron una serie de irregularidades -como el robo de usb y computadoras de los implicados (de la misma forma como los corruptos roban CPU´s en la UNFV), como la pérdida de la copia espejo del Usb de Gianotti, etc- con un par de jueces manejados como títeres para defender a los corruptos apristas. O los casos de cofopri que le hacían "favores" a los traficantes de terrenos al venderles propiedades a precio de ganga para que éstos luego estafaran al pueblo a su antojo. ¿O QUÉ, Acaso no se acuerda Alan García que su partido quedo acéfalo por falta de secretarios generales que dejaron sus cargos por denuncias de corrupción?.
¿Y el gas señor presidente? ¿es para los mexicanos o para los chilenos?
Lo que sea, lo cierto es que en ningún momento se oyó que se iba a priorizar el consumo interno. Esto en términos nacionalistas, podríamos definirlo como una traición a la patria por qué lejos de qué nos cueste más barato el gas seremos los que pagaremos el precio más alto. Al parecer a nuestros mandatarios no les interesa en nada, con tal de saciar sus ansias de poder y llenar sus bolsillos, saber que somos el país que paga la tarifa mas alta por el teléfono, por el petróleo, por el gas y por otros productos más. ¿Acaso pensaran estos "señores" que somos ricos, que tenemos suficiente dinero como para derrocharlo? o es que nos dirán luego que "como estamos cerca de ser un país de primer mundo hay que pagar no más". Armemos el rompecabezas para entender que quiere decir muy en el fondo García.
Se que estamos olvidando tocar muchos temas más, pero tambien sabemos que el pueblo sabe más que nadie qué problemas tenemos porque lo vivimos a diario: los analfabetos que no han sido contados seguirán siendo analfabetos; los estómagos de los de extrema pobreza que aun padecen extrema hambruna no serán engañados, los niños que aun no conocen que es una escuela porque tienen que trabajar en las calles serán indiferentes al colegio Presidente del Perú en donde dicen están los más inteligentes; los trabajadores que aun tienen que subsistir con 550 soles al mes con esposa e hijos que vestir y educar, pensaran que todo sigue igual; las madres de los jóvenes que ingresan a la PEA seguirán rezando todos los días para que sus hijos encuentren trabajo; nuestros ríos, bosques y nevados seguirán pereciendo ante la brutalidad de las transnacionales. Y los del poder económico aplaudirán el discurso una y otra vez por que estarán confiados y saltarán de un pie al recordar lo que dijo su señor presidente: "yo no puede poner un presidente, pero si puedo evitar que alguien quien yo no quiero lo sea".
El señor García hace planes para volver a gobernarnos el 2016 y prepara su agenda del Bicentenario en donde él pretende ser la estrella del show. Equivocado ésta si cree que el pueblo respaldará nuevamente a la persona que nos sumó en la más profunda crisis económica en los 80´s y que hoy sólo trae bonanza para los ricos que se hacen más ricos, aquél que el congreso acuso de ladrón, corrupto y genocida por la muerte muchos hijos del pueblo.
El pueblo sólo entra en repliegue en momentos difíciles como los que pasamos en décadas anteriores, hoy la situación es distinta; las luchas de los hermanos nativos en Bagua, de los mineros, de los agricultores, de la Macro Región Sur por la defensa del gas, de los universitarios, etc. Avizoran tiempos nuevos.
CIQANTU-UNFV
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Aquí algunos comentarios de algunos analistas políticos
García 2011
García 2011
Por Javier Diez Canseco
En vísperas de su último mensaje al Congreso, García afina su estrategia al 2011. No es ya el candidato que llegó a Palacio con el voto prestado de una derecha unida que declaró lo hacía por el mal menor, “tapándose la nariz”. Hoy comanda el bloque de fuerzas conservadoras en el poder y quiere afirmar ese papel.
García ha trabajado, laboriosamente, su rol de garante del modelo que instaló Fujimori. Dejó el discurso sobre “cambio responsable”, impuesto a las sobreganancias mineras, fin a los services o justicia social. Converso al neoliberalismo extremo, publicó su carta de sujeción: el “Síndrome del Perro del Hortelano”. Juró profundizar el modelo fujimorista. Ha afianzado el poder de las transnacionales y la economía primario-exportadora, multiplica los TLC como candados del modelo y los beneficios al gran capital, entrega nuestros recursos naturales –a precio vil y sin respeto por el medio ambiente–renunciando a toda soberanía nacional sobre su manejo (allí está Camisea) y atropellando derechos de las comunidades campesinas e indígenas y agricultores.
Ha reinstalado el latifundio, con propiedades de hasta 40,000 ha. Impide una reforma tributaria y la redistribución de la riqueza, mientras encara con ferocidad represiva las demandas sociales. Criminaliza la protesta y mantiene impune la corrupción como en la mejor época de Fujimori.
Pragmático amoral, reconquistó al gran capital, su tecnocracia dorada y sus principales representaciones políticas, desde el fujimorismo hasta UN. Se apoyó en los tránsfugas de la UPP y compañía en el Congreso. Penetró el Tribunal Constitucional, la Fiscalía de la Nación, la Policía y la Contraloría con personajes serviles para controlar el poder. Y echó lazos a mandos militares, garantizando impunidad vía Giampietri, y a poderosas empresas de seguridad privada (como BTR, espionaje telefónico e inteligencia). Amamantó a los poderosos medios de comunicación privados con cientos de millones de soles en publicidad. Hoy busca garantizar que siga este bloque en el poder.
García advirtió que no puede decidir quién gana el 2011, pero sí puede decidir quién no gana. Juega a regresar el 2016 y para ello no quiere un candidato aprista que le haga sombra y busca que continúe la alianza en el gobierno. Ha buscado demoler a quienes expresen una voluntad de cambio de rumbo y amenacen los privilegios de los dueños del Perú: a su contrincante el 2006, Ollanta Humala, así como los liderazgos populares perfilados en las luchas sociales de los pueblos indígenas amazónicos, los movimientos regionales y gremiales. Cierto que ha contribuido a ello la debilidad del nacionalismo en construir partido y desarrollar alianzas consistentes, así como serios problemas en su representación política. Y es que la disgregación de las izquierdas y la ausencia de una unidad política y estratégica, expresada también electoralmente, ayudan a este plan. Pero García quiere impedir que las fuerzas del cambio lleguen a la segunda vuelta y que los campos se definan entre el continuismo y el cambio.
En la derecha, tiene sus preferencias. Con Lourdes Flores en Lima, UN queda descabezado el 2011. PPK, Donayre o Simon van muertos. Quedan tres: Castañeda que cae al ritmo de graves problemas de corrupción (Comunicore, Metropolitano) y de su negativa a dar cuentas. García simpatiza con él, pero evalúa su debilidad. En cambio, Keiko, fiel aliada, crece ligeramente en el 20%, mientras unos fiscales archivan el caso de sus gastos de estudios en EEUU, pagados con dinero sucio. Parece la principal carta de Alan, la fuerza más organizada y con recursos. Medita si indultar a Fujimori al final o solo apoyar a Keiko. Y claro, está Toledo. Más allá de una común inclinación neoliberal (los TLC, la exportación del gas de Camisea), no lo quiere. Lo siente como un peligro para su papel de capitán del buque neoliberal que hoy lidera y quiere preservar. Así, entre demoler a unos, cerrar el paso a otros y asegurar a sus aliados, AGP comienza su último año.
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La insatisfecha sed social por decencia
Anticorrupción: algo en lo que, el Perú, no avanza.
En un día como hoy, en el que no van a escasear las expresiones de elogio al gobierno del presidente Alan García, varias muy justificadas y otras explicadas por el inagotable espíritu adulón de algunos entusiastas con el que esté de turno, quizá valga la pena hacer un esfuerzo de singularidad y plantear en qué no está avanzando el Perú.
Es claro que el Perú está –como dice la publicidad oficial– avanzando en varios rubros relevantes que están mejorando la perspectiva del país y la calidad de la vida de la gente.
La reducción de la pobreza experimentada en estos años y el ensanchamiento de la clase media, junto con la sólida confianza empresarial que se percibe en el momento actual y que se traduce en significativos flujos de inversión, son solo algunas expresiones de dicho avance. Seguramente, esta mañana nos vamos a empachar de cifras que lo fundamenten.
Sin embargo, no es frecuente que los jefes de estado realicen un esfuerzo de autocrítica sobre las áreas en las que el avance es insuficiente o inexistente, y aunque el ejercicio de recordarlas sea interpretado por algunos como mala leche, ganas de molestar o mezquindad con el gobierno, no cabe otra opción que hacerlo con el fin de no correr el riesgo de que el mandatario sienta que se acerca a la perfección.
En ese aspecto, un rubro en el que no se han producido avances y en el que, por el contrario, se observan retrocesos clamorosos, es el de la lucha contra la corrupción.
No es que estemos en el desmadre cleptocrático del fujimontesinismo, pero lo sucedido con la corrupción en este lustro político es lamentable especialmente por ocurrir con un partido que la vez pasada que estuvo en el poder salió muy manchado por la deshonestidad, y porque, después de lo ocurrido en los noventa, hay una sed social por decencia en el poder.
Pero en este quinquenio ha habido mucha corrupción y –peor aún– bastante impunidad pues, cuando los facinerosos eran amigos del gobierno, este maniobró para que nada les pase. Petroaudios, Cofopri, compras policiales o Comunicore son solo algunos escándalos que lo prueban. Este último caso está revelando ramificaciones increíbles que explican algunos respaldos que, parecen, son expresiones de complicidad.
Frente a ello, decir que “la corrupción le ha hecho mucho daño a mi gobierno”, como sentenció el presidente García, es un reconocimiento ligero para un gobierno que no tuvo plan ni ganas de combatir a la corrupción, y que le dejará al país, junto con el valioso crecimiento económico y la reducción de pobreza, la sensación maloliente de que, en el Perú, casi siempre, al Estado se va a robar.
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