A PROPÓSITO DEL DEBATE SOBRE LA OBJETIVIDAD EN LAS CIENCIAS SOCIALES Y EL COMPROMISO DEL HISTORIADOR
“…no soy un crítico imparcial y objetivo. Mis juicios se nutren de mis ideales, de mis sentimientos, de mis pasiones. Tengo una declarada y enérgica ambición: la de concurrir a la creación del socialismo peruano…” (José Carlos Mariátegui).
“La neutralidad en la ciencias histórico sociales en una sociedad signada por la lucha necesaria de intereses es una ficción” (Morote E. 1983:9)
Mientras las luchas del pueblo se desarrollan, superándose el repliegue político general a inicios del siglo XXI, en el plano de la contienda académica, asistimos a la derrota teórica de los planteamientos que ha finales del siglo XX cuestionaron la cientificidad de la historia y las ciencias sociales. Estos “novísimos” planteamientos referían que “el quehacer histórico” había respondido ha una “ideología” y por tanto carecía de objetividad, al reducir todo, al conflicto y las luchas sociales, es decir, ver solamente los enfrentamientos, las contradicciones.
Estos “novísimos” planteamientos buscaron hacer tabla rasa de todos los estudios académicos científicos con clara influencia marxista, en convergencia con el ambiente político mundial, que tras la caída del socialismo existente, llevó ha intelectuales de extrema derecha a proclamar “el fin de la historia” y el triunfo de la democracia burguesa como modelo de sociedad (Francis Fukuyama).
De esta forma, durante los años 90 del siglo pasado; asistimos a una ofensiva general del imperialismo, resultando casi inadmisible defender el marxismo, la vigencia del pensamiento crítico, o cualquier utopía posible, por que el aparente triunfo del capitalismo, había llevado a los EEUU a convertirse en superpotencia hegemónica única.
En el mundo académico muchos intelectuales, quienes en décadas pasadas habían abrazado el marco teórico marxista por sólo pose o moda (profesaban ser marxistas y se sostenían de las andaderas de un marxismo catequístico), durante esos momentos se veían “...vagando como almas en pena, buscando un nuevo arrimo sin encontrar otro catecismo equivalente, que les devuelva la vieja confianza y la perdida alegría” (Fontana, 1992).
Martin Tanaka en sus propias palabras mencionaba que“…el derrumbe de las utopías ha dejado un gran vacío, no en los países en donde esa ideología ha hecho sus pruebas y ha fallado sino en aquellos en los que muchos la abrazaron con entusiasmo y esperanza. Por primera vez en la historia los hombres viven en una suerte de intemperie espiritual...” (Ver:http://martintanaka.blogspot.com/2006/09/la-bsqueda-del-presente-de-octavio-paz.html).
Y es que algunos sectores de la intelectualidad asumen cada cierto tiempo planteamientos novedosos en forma simplemente de moda, antes de constatar su sustento teórico “...dedicados a probar con cada una de las nuevas modas que aparecen en el mercado” (Fontana 1992:13).
En las últimas semanas destacados académicos del medio local, ingresaron a una polémica sobre la objetividad y el compromiso del científico social en las ciencias sociales, temas que vale la pena reflexionar, no con el ánimo de caricaturizar la posición contraria sino con el ánimo de esclarecer al público lector sobre estos problemas.
En lo referente a la objetividad debemos mencionar que la historia ciencia, integrante de las ciencias sociales, se desarrolla al interior de un orden económico social, al respecto Lenin mencionó: “....en una sociedad erigida sobre la lucha de las clases no puede haber una ciencia social “imparcial…” y que vigente fueron esas palabras en aquellos momentos; hace algunas semanas Nelson Manrique, publicó un articulo titulado “La Objetividad” (La República Mar, 19/01/2010), y señaló dos formas de abordar la objetividad; una primera, de amplia aceptación, consistente en declararse neutral frente al objeto de estudio que “…cae en el error de asignar “una posición a las ideas existentes en plaza (radicales o conservadoras, progresistas o reaccionarias, etc.) para luego buscar ubicarse en una posición equidistante de ellas”(Ibíd.). Esta forma de abordar la objetividad no toma en cuenta al científico social como elemento integrante de la sociedad y que interactúa con su objeto materia de investigación, por tanto seria “…ilusorio pretender que por un acto de voluntad podemos ponernos por encima de las solidaridades sociales…nuestros prejuicios, fobias…para producir un conocimiento incontaminado” (Ibíd.).
Esta pretendida objetividad, fue divulgada y popular en las ciencias sociales de los años 90; su aparente visión objetiva carente de ideología, apostaba por alejar al hombre de su realidad concreta y de sus problemas reales, para reducirlo al análisis semántico y lingüístico, sin que ello signifique que estos ámbitos de estudio no sean importantes en el análisis.
La intención era ex profesa, se pretendía vendernos una historia sin conflicto, como si la lucha de clases, fuera un hecho inexistente en la historia, postulando que esta nueva forma de hacer historia era objetiva, dado que la otra era ideologizada; sin embargo, su enfoque de la historia al desconocer el conflicto desconocía una ley de la historia -la ley de la contradicción- expresada en la denominada lucha de clases, concepto que refleja la contradicción que se produce entre dos clases antagónicas cuando luchan por sus intereses de clase, y que se expresa en lucha económica, cuando un obrero se enfrenta a la patronal por mejores condiciones de vida, en lucha ideológica, al nivel de los planteamientos que legitiman el orden existente o lo cuestionan y en lucha política cuando una clase lucha por obtener el poder político.
Así la difundida “objetividad”, en aquellos novísimos planteamientos en la teoría y filosofía de la historia, sólo expresaba una visión idealista encubierta que tenía como objetivo de fondo, legitimar el orden existente y visualizar el aparente triunfo del capitalismo imperialista como un acontecimiento definitivo. Pretendiendo soslayar, la transitoriedad de los sistemas económicos sociales, negando que las restauraciones (como el aparente triunfo del capitalismo) o las contrarrevoluciones, fueran periodos transitorios en la marcha de la historia hacia una transformación social, que busque el beneficio de las inmensas mayorías en el mundo.
La otra forma de abordar la objetividad parte de reconocer que todo planteamiento o explicación presenta un sustrato ideológico y no es cierto “que la ideología distorsiona la percepción de los demás pero no la de uno mismo, porque uno piensa, limpiamente, “en científico”…(Ibíd.), sino que realizamos el análisis partiendo de la premisa que aceptamos esos condicionamientos sociales, nuestra identificación y compromiso con un agente de la historia y proponemos que somos “capaces de poner bajo control nuestros sesgos conscientes e inconscientes”(Ibíd.).
Este sinceramiento en lo académico nos permite incluso ser más objetivos por que se colocan nuestros “sesgos sobre la mesa en comparación con aquel que ingenuamente cree que no los tiene y que, al no reconocerlos, no puede controlarlos”. Por ello, Manrique se vale de Mariátegui, para explicar como el acercamiento a la realidad se puede hacer desde una posición comprometida, como cuando Mariátegui mencionaba “… mis juicios se nutren de mis ideales, de mis sentimientos, de mis pasiones. Tengo una declarada y enérgica ambición: la de concurrir a la creación del socialismo peruano”(Ibíd.). Pretender una objetividad alejada de los compromisos, pasiones, subjetividades del ser humano, es desconocer que son seres humanos los agentes cognoscentes o quienes elaboran las investigaciones, en palabras de Gonzalo Gamio Gehri “…la desvinculación absoluta del mundo vital constituye una ficción epistemológica” (http://gonzalogamio.blogspot.com/2010/01/sobre-la-objetividad-y-la-ciencia.html).
Martin Tanaka hace suya una teoría del conocimiento que lo lleva ha afirmar “Estoy totalmente de acuerdo con que el "conocimiento objetivo" es una quimera…”, pero rápidamente afirma “…El problema es transmitir el mensaje de que, como la objetividad no existe, solo existe la subjetividad, y por lo tanto todos estamos autorizados a decir lo que nos de la gana y a defender aquello en lo que creemos sin ningún control”(Ver: http://martintanaka.blogspot.com/2010/02/objetividad-y-ciencias-sociales.html).
En su segunda argumentación Tanaka logra darse cuenta de la trampa a la que conduce aseverar que el conocimiento no es objetivo, y es que el conocimiento no es subjetivo, sino que “…el conocimiento es una imagen subjetiva de la realidad objetiva, un reflejo del mundo externo en las formas de actividad y conciencia humana. El mundo de las ideas no nace de la psicología individual ni de la fisiología del cerebro…el conocimiento, el mundo de las ideas… surge como forma y producto de la transformación activa de la naturaleza (Flamarión C, S. Cardoso 1981:26). Señalemos un ejemplo, la realidad circundante a nuestro derredor existe, independientemente de lo que nosotros pensemos, es objetiva; el conocimiento constituye la imagen subjetiva de esa realidad concreta, y allí sí estamos de acuerdo con Tanaka cuando menciona “…el vicio más recurrente en el que caemos es querer acomodar la realidad a nuestros deseos, opciones políticas o simples prejuicios, antes que cualquier otro”.
La realidad debe ser aprehendida en toda su complejidad, la denominada objetividad, constituye el aprehender el objeto de investigación y lograr primero analizarlo, desmenuzarlo, encontrar su contradicción principal interna, las secundarias, las interrelaciones con la realidad misma y finalmente habiendo llegado a su esencia, develarlo en todas sus múltiples contradicciones, logrando llegar a una aproximación lo mas cercana a la realidad.
Un segundo tema a conversar es sobre el compromiso que asume el científico social, al respecto Martin Tanaka cae en un sinceramiento y nos brinda su compromiso como científico social al mencionar” …Hacemos ciencia social desde un compromiso con valores como la libertad, la democracia, la equidad, el pluralismo, la diversidad cultural, la honestidad científica, la búsqueda del conocimiento, etc..” (http://martintanaka.blogspot.com/2010/02/objetividad-y-ciencias-sociales.html).
El problema radica no en que Tanaka asuma un compromiso como científico social, sino que su compromiso sea con valores como la libertad, habría que pedirle que sea más explícito, ¿a que se refiere cuando menciona la libertad?, a la ¿libertad burguesa?; ¿desde que noción teórica aborda el concepto de la libertad?; sobre la democracia ¿Se referirá a la democracia burguesa?, la equidad, es que acaso para Tanaka el sistema económico existente, (según su percepción sólo debe remendarse, reacomodarse y/o perfeccionarse) ¿es un modelo que propugna la equidad? ¿No es cierto acaso que el actual sistema económico genera la concentración de riqueza en pocas manos?. En palabras del mismo Andrés Oppenheimer “la creciente concentración de la riqueza en Latinoamérica debería hacer sonar campanas de alerta. Indica que los cinco últimos años de crecimiento económico de la región no se han traducido en la creación de una nueva clase media de decenas de millones de pequeños emprendedores, sino que más bien sirvieron para que los muy ricos se enriquezcan aún más”. (Ver: http://ricos-y-pobres.blogspot.com/2008/08/la-concentracin-de-riqueza-en-amrica.html).
Tanaka nos habla de pluralismo, ¿es el actual sistema capitalista en su expresión neoliberal, democrático y plural?, no es acaso cierto que por ejemplo, todos los programas de noticias y de análisis periodístico e investigativo tienen un discurso homogéneo, la defensa del libre mercado, y cualquiera que empiece a molestar y/o criticar al sistema, es expulsado de la aldea de comunicadores sociales en la televisión. No olvidemos que en nuestro país, aún se persigue el derecho de opinión, recuérdese que existe el delito de "apología de terrorismo", y que en palabras de Federico Salazar "La consagración del delito de apología es, para mí, una aberración. Creo, como dice la Constitución, que no hay delito de opinión. Creo en la validez universal y absoluta de este dogma"(Ver: http://www.larepublica.pe/contrapelo/20/09/2009/defendamos-abimael).
El compromiso del historiador o de cualquier científico social está implícito en su quehacer intelectual, en su praxis de dos formas, de manera explicita cuando da señales claras y nítidas de las banderas que hace suyas y de forma implícita cuando consciente o inconsciente defiende determinadas banderas que son para el las que deben seguirse, un ejemplo claro de ello lo da el mismo Tanaka cuando refiere líneas arriba “…Hacemos ciencia social desde un compromiso con valores como la libertad, la democracia, la equidad…..”.
La discusión académica surgida a raíz de estos dos temas en las ciencias sociales, la objetividad y el compromiso del científico social, invitan a continuar escribiendo sobre mas aristas y contrastar los modelos teóricos, las formas de analizar y abordar la realidad social, y también nos señala cuan acertado fue lo que mencionó Mao Tse Tung “…alentar la discusión y la crítica entre la gente que sostenga diferentes opiniones, permitiendo ambas libertades, la de criticar y la de contra criticar; significa no reprimir las opiniones erróneas sino convencer a la gente razonando con ellos (Mao Tse Tung 1975: 273). Esta última cita intenta invitar a continuar el debate que se a iniciado en este y otros temas y que los científico sociales, sin importar su orientación y opción política, defiendan con ardor y con lo mejor de sus análisis sus planteamientos, el publico lector será finalmente quien sea el beneficiado al poder contrastar las diversas formas de enfoque con la realidad concreta.
CENTRO DE INVESTIGACIÓN "QANTU - UNFV"
CIQANTU UNFV - EDITORES
BIBLIOGRAFÍA
Cardoso, C. F (1981) Introducción al trabajo de la investigación histórica.
Barcelona. Grupo Editorial Grijalbo.
Fontana, J. (1982) Historia. Análisis del pasado y proyecto social.
Barcelona Grupo Editorial Grijalbo.
Mao Tse Tung (1975) Cinco Tesis Filosóficas. Ediciones en Lenguas Extranjeras. Pekín .
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Yo no soy politólogo (por ti seré, por ti seré)
Por Nelson Manrique
Los comentarios de Martín Tanaka a mi libro “¡Usted fue aprista!”. Bases para una historia crítica del Apra (PUCP-CLACSO, 2009) abrieron un interesante debate sobre un abanico de cuestiones amplias y profundas. Quiero retomar algunos temas del debate teórico. Hasta aquí, Martín Tanaka ha aceptado que el conocimiento objetivo “es una quimera imposible de alcanzar” (una afirmación sorprendente para quien se define como “positivista”, aunque precise que “blando”), que el investigador nunca estará libre de condicionantes sociales, que debe hacer transparentes sus supuestos y valores; finalmente ha aceptado que él también tiene una ideología. Pese a todo, sigue creyendo que el investigador debe tratar de “ser neutral” y no parece dar suficiente importancia a aquellos sesgos sobre los cuales no tenemos un control consciente (otra vez la ideología), precisamente porque son inconscientes. Para usar una frase que le oí a Max Hernández: “aquello que no sabemos que sabemos”.
Hasta aquí la ideología era algo que afectaba a los demás, pero no a Martín Tanaka, como lo muestra su recurrente descalificación –desde una posición de neutralidad ideal– de quienes explicitan sus tomas de posición ideológica. Sin embargo, estas son útiles porque no solo nos ayudan a encarar mejor nuestros sesgos sino facilitan a la comunidad científica (cuyo consenso definirá finalmente si lo que estamos haciendo es ciencia o no) ejercer un mejor control sobre ellos. Por eso es pertinente el emplazamiento que César Hildebrandt hizo a Martín (no por divertido menos preciso): “muestre la camiseta por la que juega y sufre ... Lo que es patético es que se vista de negro y pretenda ser árbitro” (“Matar a la madre”, La Primera 16/02/10).
Alberto Vergara ha vuelto a reintroducir la cuestión en el debate: “Aquí quien ha lanzado la frase clave es Nelson Manrique: Tú también tienes ideología, le ha dicho a Tanaka. Y todos han secundado esta idea de que la crítica se realiza desde alguna posición política y, por lo tanto, no se debe ir por la vida pretendiendo la ‘objetividad’” (“Si el régimen político no es de izquierda, no es democrático (o el blues de los intocables)”, La República 28/2/10). Una apostilla importante: las ideologías políticas son claves, pero cuando hablo de ideología me refiero a un fenómeno mucho más amplio que aquel que estas cubren. Los problemas epistemológicos de la intervención de Vergara han suscitado comentarios muy interesantes de Gonzalo Gamio (“El debate sobre la objetividad o el argumento de ‘el muñeco de paja’ (Reflexiones sobre un artículo de Alberto Vergara)”, 2/3/10.
Por mi parte, concuerdo con la primera parte de la proposición de Vergara, pero planteo algunas precisiones a la segunda. Efectivamente, creo que para cualquiera que tenga alguna formación en ciencias sociales debiera ser evidente que todos estamos inmersos en la ideología –incluidos Vergara y Tanaka– pero señalarlo no tiene la finalidad de obligar a Martín a hacer un strep tease político –como Vergara parece creer– ni, menos, a descalificar la búsqueda de la objetividad. Creí, acaso ingenuamente, que estaría claro que la intención de mis objeciones era aportar en la búsqueda de una mayor objetividad, alcanzable “en la medida en que seamos capaces de poner bajo control nuestros sesgos conscientes e inconscientes” (“La objetividad”, La República 19/1/10).
No se trata pues, como concluye Martín Tanaka, de “transmitir el mensaje de que, como la objetividad no existe, solo existe la subjetividad, y por lo tanto todos estamos autorizados a decir lo que nos dé la gana y a defender aquello en lo que creemos sin ningún control” (“Sobre la objetividad y la ciencia social”, La República 28/1/10).
Martín Tanaka puso el tema del “justo medio” en el centro del debate sobre el método científico, pero este es un tema de ética y no de epistemología. Me permito sugerir otro, que –tengo la impresión– atraviesa lo que venimos discutiendo: qué entendemos por “la realidad”. Volveré sobre el tema.
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La vida, la academia y la política
Dom, 14/03/2010 - 17:34
Por Nicolás Lynch
Hay varias maneras de desbarrancar un debate cuando faltan los argumentos. Una de ellas es mezclar distintos planos para descalificar al oponente y situarlo como candidato a diversos oportunismos. Algo de esto ha pasado con la polémica que voy a comentar. Y lo remarco porque está fresca la tinta de la calumnia que otro medio escrito pretendió contra el que suscribe y dos compañeros más acusándonos de un supuesto transfuguismo por apoyar la candidatura de Ollanta Humala. Vamos a tratar entonces, hasta donde se pueda separadamente, vida, academia y política.
Uno
El primer pecado de Alberto Adrianzén y el mío es el de haber tenido una vida entre la academia y la política, con el empeño de reconciliar la lucha por la justicia con la lucha por la libertad, es decir con el empeño de ser socialistas. Además, veinte años de neoliberalismo no nos han domesticado. Efectivamente, como muchos en nuestra generación empezamos la vida adulta entre la academia y la política y seguimos, ya con pocas compañías, porfiadamente en esa misma agonía. En el ínterin hemos visto de todo, claudicaciones y aburrimientos incluidos, hasta esas traiciones que parece temer alguno de nuestros adversarios. Pero estoy orgulloso de lo vivido y orgulloso también de mi generación de izquierda que con su impronta y a pesar de todos los errores ha sacudido ya este país, para bien nuestro y de los que vendrán.
El caso es que para Martín Tanaka y sus ocasionales escuderos, Eduardo Dargent y Alberto Vergara, nuestra vida en el empeño es algo así como un archivo de inconsecuencias y mentiras al cual pueden recurrir en cualquier momento para juzgar nuestra obra académica y cuestionar la idoneidad de nuestro juicio. Sin embargo, Adrianzén y yo no hemos llegado gratis a donde estamos ni le hemos robado a nadie su lugar. Nunca se nos ha acusado de algo impropio ni menos aún somos intocables, como refería Vergara. Yo al menos he dado y recibido batalla sin jamás pedir cuartel porque siempre he tenido la convicción (y sentido el placer) de que por los ideales valía la pena batirse.
Dos
Pasemos a la academia. Aquí está supuestamente la fuente de prestigio para nuestros detractores pero en realidad su carencia mayor. Han naufragado en su teoría del conocimiento y tratando de explicar el tema democrático. Si algo ha quedado claro en el debate es que la objetividad en las ciencias sociales no es la de las ciencias naturales ni la de las ciencias exactas. En las primeras los sujetos que investigamos somos parte del objeto de estudio por la sencilla razón de que vivimos en la sociedad que investigamos. El rigor no se mide entonces porque tengamos o no ideas previas en la cabeza o ideología en un sentido más acabado, sino por nuestra capacidad de construir enfoques y operativizarlos para dar cuenta de un objeto de estudio determinado, consulten a Zyzek (2004) al respecto si Marx les causa escozor. Esta epistemología elemental es de la que huyen nuestros adversarios porque en el momento que la acepten se les cae el edificio de descalificaciones que han pretendido armar.
Pero en el tema mayor, la democracia de nuestros días, tampoco han dado fuego los muchachos. Aquí nos han querido pasar, literalmente, gato por liebre. Han querido volver a contar el cuento de que hay un solo concepto de democracia: la democracia elitista de manufactura anglosajona que se define por la competencia entre los políticos por el poder del Estado. Esa es una versión de la democracia que ha buscado ser exportada a América Latina desde los Estados Unidos con millones de dólares de inversión. La democracia sin apellido, como orgullosamente la llaman, que no es de derecha ni de izquierda sino todo lo contrario. Una versión ciertamente, pero no la única, como lo señala la historia del mundo y de la teoría política en los últimos siglos. Existe otra corriente democrática que hunde sus raíces también en la historia latinoamericana y que está construyendo una democracia de ciudadanos, no de élites. No es una democracia sin apellido por supuesto, es la democracia que se come y que a nuestros oponentes se les atraca, es decir la democracia que también tiene como objetivo brindar bienestar.
En cuanto a Vergara que dice que sólo creemos en la democracia si esta es de izquierda hay que recordarle otro punto elemental. Toda democracia, elitista o ciudadana, se constituye en base a una determinada hegemonía social y política. La democracia peruana actual está constituida sobre la base de la coalición que sostiene el modelo neoliberal. El mejor “test” para entenderlo son los límites de su pluralismo: sólo caben en la discusión los temas y actores que no cuestionen el modelo de marras, los demás están fuera. Allí está el cuasi monopolio mediático para probarlo. Necesitamos una nueva hegemonía ciudadana para ampliar esta democracia a todas las voces y todos los temas. Por ello plantemos, como herramienta, una nueva Constitución, donde quepan todos sin las excepciones que ahora existen.
¿Qué les molesta de esta aclaración? La pérdida de algún supuesto monopolio sobre el concepto de democracia. Si no tienen la exclusiva ya no pueden oficiar de árbitros, su rol preferido, y pierden buena parte del papel que se desean asignar en nuestro medio.
Tres
Lleguemos a la política, la fuente de todos los males para nuestros detractores. Si hoy estamos errados, Adrianzén y el que esto escribe, es por nuestra actual actividad política que no buscaría sino repetir errores de treinta años atrás. ¡Qué tal bronca que les tienen a los que hacen política! Y, ojo, no nos acusan de corrupción. Aquí es simple y llanamente un disgusto visceral con la vocación política como tal.
Para recapitular la historia última, critican nuestra participación en gobiernos recientes, la de Adrianzén en el de Paniagua y la mía en el de Toledo, porque supuestamente hubiéramos querido izquierdizarlos o asignarles características progresistas que estos gobiernos no tenían. Nada más falso. Ambos gobiernos se dieron en una coyuntura de transición democrática, donde se juntaron fuerzas de diferentes orígenes políticos con la esperanza de lograr una democracia más justa que reflejara la coalición que había derrocado al dictador y hecho posible la transición. Paniagua tuvo algunos avances en sus pocos meses de gobierno y Toledo hizo campaña y firmó compromisos de modificatoria del modelo neoliberal que luego incumplió, por ello su bajísima popularidad que lo mantuvo en ascuas en la segunda mitad de su gobierno. ¿Ya se olvidaron? Por lo demás, allí están los múltiples testimonios escritos que he dejado de mi paso, los primeros quince meses, por ese gobierno, al que entré para apoyar la construcción democrática y del que salí con la frente en alto y la satisfacción de haber dado la lucha y no haber claudicado jamás.
Lo que pasa es que Tanaka no cree que hubo transición ni tampoco derrocamiento de Fujimori, ver al respecto su libro “Democracia sin partidos” (2005); y Vergara, en artículo anterior, habla de “sueños transicionales”. Vamos a ver quién sueña. Para Tanaka, Fujimori se fue por la “casualidad” del video Kouri-Montesinos. Ya se olvidó de la Marcha de los Cuatro Suyos y la crisis política de la época. Es más, tampoco cree que se trató de una dictadura, por ello durante años nos ha “regalado” con el híbrido del autoritarismo competitivo, que recién hace muy poco ha explicado que se parece más a una dictadura que a una democracia, con lo cual parece haber terminado un coqueteo, al menos académico, con el fujimorismo. Como vemos, son ellos los que sueñan, pero sueños de opio.
Hoy nos enrostran, que junto con otros intelectuales y líderes de opinión, apoyemos la candidatura presidencial de Ollanta Humala. Vernos de nuevo en la brega les despierta fobias conocidas y no conocidas que en última instancia cuestionan la necesidad de esa otra democracia para el Perú. Lo siento pero llegaron tarde a la historia. Quizá les hubiera ido mejor como compañeros de viaje del ajuste neoliberal de principios de los noventa. Pero, eran muy jóvenes para eso. Hoy esta democracia, que ha sido secuestrada por el continuismo y devenido en un régimen precario, exige cambios radicales contrarios a la democracia de élites que ustedes plantean. Nadie puede asegurar que estos cambios se logren pero si no es así quizás el tránsito sea en un sentido inverso, a un orden genuinamente autoritario.
Mientras tanto quisiera agradecer a los polemistas por el intercambio. Creo que en el contraste, más allá de gustos y disgustos, algo o mucho aprendemos y quizás permitimos que muchos más se cuestionen y también aprendan.
http://www.nicolaslynch.com/
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jueves 18 de marzo de 2010
Lecciones de un debate (2)
Martín Tanaka
Lo último que comenté sobre el debate en el que estoy participando con Nelson Manrique, Nicolás Lynch, Alberto Adrianzén, Alberto Vergera y Eduardo Dargent, puede verse aquí:
domingo 7 de marzo de 2010
Lecciones de un debate
http://martintanaka.blogspot.com/2010/03/lecciones-de-un-debate.html
lunes 1 de marzo de 2010
Intelectuales y política
http://martintanaka.blogspot.com/2010/02/intelectuales-y-politica.html
Yo pensé que el debate bajaría en intensidad, por el contrario ha subido de tono. Sin embargo, para mi gusto, está siguiendo el camino menos productivo, que hace que los temas de fondo no ocupen en centro de la discusión: en vez de ello, los intercambios tienden a personalizarse, politizarse, y las réplicas no responden propiamente a los argumentos del antagonista, sino a versiones caricaturizadas de los mismos. Es hasta cierto punto inevitable en el "fragor" de los intercambios, con sus naturales puyas y "chiquitas". Pero repito, me parece que está siguiendo un camino poco productivo. Una muestra de ello, para mí, es que siento que tengo que repetir cosas que ya dije, o aclarar que nunca dije cosas que dicen que dije (o usar la formula "quizá no me expresé bien, pero no quise dar a entender que...). Es como cuando se tiene un partido de fútbol trabado e interrumpido constantemente, "así no se puede jugar". Para que la cosa fluya uno debe esforzarse por entender bien lo que los demás quieren decir, y tratar de discutir con la mejor versión del argumento contrario. Estar dispuesto a reconocer errores, limitaciones, aceptar puntos válidos del opositor, estar dispuesto a reelaborar y aprender del intercambio. No es fácil, por supuesto, porque todos tenemos la tentación de caricaturizar el argumento contrario para así poder rebatirlo y dar la impresión de que uno tiene razón. Y si el asunto se politiza, peor todavía: ya no se trata de argumentar en abstracto, sino de defender una causa. Y en nombre de esas causas al final se puede llegar a una lógica de "demolición", de pura confrontación, en donde ya los argumentos dejan de interesar, y la tentación de caer en ataques personales es grande. Ganar no por tener mejores argumentos, sino por desacreditar al adversario. Evitemos derrapar por ese camino, por el cual lamentablemente suelen caer muchos bloggers.
Comentando las últimas críticas que he recibido, encuentro algunas constantes. Entre mis colegas polemistas se suele repetir que los he criticado porque:
1. son humalistas,
2. asumen un compromiso político,
3. rechazan un modelo positivista de objetividad científica que yo defendería,
4. manejamos ideas diferentes de lo que es democracia
5. soy neoliberal, fujimorista, gobiernista, conservador, etc.
Con los dos primeros puntos perdemos el tiempo: nada tiene de malo ser humalista, o tener compromiso político. Eso simplemente no está en debate. En el tercer punto, la cosa es centrar bien la discusión. Me parece que el tema no es epistemológico: creo que todos estaremos de acuerdo con el que positivismo "duro" o tradicional es insostenible a estas alturas, que todos tenemos inevitablemente sesgos, que nadie es totalmente "neutral", que todos tenemos valores que conviene hacer explícitos, y que debemos ser lo más rigurosos que podamos cuando investiguemos o escribamos. Para mí el punto de debate está en la dificultad (no imposibilidad) que hay en combinar trabajo académico y pasión política o militancia partidaria, a la luz de los excesos de politización e ideologización en la historia reciente de nuestras ciencias sociales (aceptando que no militar tampoco garantiza en absoluto que la calidad de tu trabajo sea mejor, por supuesto).
Para mí, un ejemplo de esto puede verse en los recientes libros de Manrique, Adrianzén y Lynch y en la discusión que estamos teniendo. No nos olvidemos que el origen de ella está en las reseñas que se han escrito sobre sus últimos libros, todos interesantes, y cuya lectura obviamente recomiendo vivamente. En Manrique se extraña un criterio de evaluación mejor de las decisiones que marcaron la vida de Haya, más allá de la idea de la traición de un programa revolucionario esbozado en los años veinte. Un mejor criterio, por ejemplo, me parece que vendría de comparar las decisiones que tomó Haya con las que tomaron otros líderes populistas en contextos similares. De lo que se trata es de manejar un criterio en el que la conclusión no esté anticipada desde la propia formulación de la hipótesis, por así decirlo.
En Adrianzén y Lynch me parece que sus diagnósticos de los gobiernos de Paniagua y Toledo y de la naturaleza de la "transición" tiene serios problemas, y es un asunto medular en sus libros. Me parece que es distorsionar las cosas sugerir que Paniagua y Toledo tuvieron programas radicales o refundacionales tal como los que estamos viendo en Ecuador o Bolivia, que el primero no implementó por falta de tiempo o su carácter de presidente transitorio, y que el segundo traicionó, y que el cumplir las tareas de la transición inconclusa o frustrada conduce a apoyar hoy ese tipo de propuestas. Y me parece que esa distorsión es consecuencia de sus diagnósticos están un tanto "contaminados" por la necesidad de justificar cómo así habiendo participado en esos gobiernos, apoyan hoy a Ollanta Humala. Aclaro nuevamente: nada hay de malo en haber participado en esos gobiernos, o con el compromiso político. El aporte de Adrianzén en el gobierno de Paniagua y el de Lynch con Toledo fue excepcional, cumplieron un excelente papel, al igual que cuando participaron en las luchas contra el gobierno de Fujimori. Y nada de malo hay, nuevamente, en apoyar a Humala. El problema está en que las opciones políticas tienden a expresarse en los trabajos académicos como justificaciones de éstas, distorsionando las cosas.
Otro ejemplo de lo mismo lo vemos con el diagnóstico de la caída del fujimorismo. Ese tema lo abordo en mi trabajo “¿Crónica de una muerte anunciada? Determinismo, voluntarismo, actores y poderes estructurales en el Perú, 1980-2000” (p. 57 – 112). En: Jane Marcus y Martín Tanaka, Lecciones del final del fujimorismo. La legitimidad presidencial y la acción política. Lima, Instituto de Estudios Peruanos, 2001 (ese tema lo abordo sólo parcialmente en mi libro Democracia sin partidos. Perú, 2000-2005. Los problemas de representación y las propuestas de reforma política -Lima, Instituto de Estudios Peruanos, 2005-, atención). Allí sostengo que la caída del fujimorismo es consecuencia principalmente de sus contradicciones internas, no de la fortaleza de la oposición o de la movilización social, que se caracterizaba por su debilidad y dispersión. Claro, eso es difícil de aceptar para quien fue protagonista de esos eventos como parte de esa oposición (conste que yo también participé en la Marcha de los Cuatro Suyos, por si acaso). A propósito, una excelente lectura crítica de lo escrito sobre la caída del fujimorismo puede verse en el blog de Carlo Magno Salcedo:
22/ene/2009: Montesinos y Fujimori ocho años después. Revisando las explicaciones sobre el colapso de un régimen autoritario (VI): la tesis de Henry Pease
http://blog.pucp.edu.pe/item/43165/catid/2583
27/nov/2008: Montesinos y Fujimori ocho años después. Revisando las explicaciones sobre el colapso de un régimen autoritario (V): la tesis de Carlos Iván Degregori
http://blog.pucp.edu.pe/item/38689
22/sep/2008: Montesinos y Fujimori ocho años después. Revisando las explicaciones sobre el colapso de un régimen autoritario (IV): la tesis de Romeo Grompone
http://blog.pucp.edu.pe/item/31402/catid/2583
20/ago/2008: Montesinos y Fujimori ocho años después. Revisando las explicaciones sobre el colapso de un régimen autoritario (III): la tesis de Julio Cotler
http://blog.pucp.edu.pe/item/28629/catid/2583
22/jul/2008: Montesinos y Fujimori ocho años después. Revisando las explicaciones sobre el colapso de un régimen autoritario (II): la tesis de Sinesio López
http://blog.pucp.edu.pe/item/27110/catid/2583
30/jun/2008: Montesinos y Fujimori ocho años después. Revisando las explicaciones sobre el colapso de un régimen autoritario (I): la tesis de Martín Tanaka
http://blog.pucp.edu.pe/item/25464/catid/2583
Sobre el cuarto punto, ese sí es un tema importante, aunque también hay caricaturas. Creo que Vergara, Dargent y yo coincidimos en entender la democracia como un régimen político, en el que la mayoría decide, pero respetando ciertas reglas de juego e instituciones, de modo que se evite un ejercicio arbitrario del poder; y en que nuestras democracias tienen muy mala calidad, por lo que son necesarios un amplio y profundo conjunto de reformas y cambios que les den contenido. Los contornos específicos de esos cambios son materia de debate político, pero en general puede decirse que democracias con organizaciones sindicales y populares débiles tienen mayores déficits en el ejercicio de la ciudadanía, un asunto fundamental.
Por el contrario, Adrianzén y Lynch parecen privilegiar una definición mayoritaria, plebiscitaria, de democracia, evaluada centralmente por el contenido de sus políticas, por eso ven con simpatía a Morales y Correa, gobiernos mayoritarios de izquierda. Mi crítica ha sido que esa definición es deficiente, porque lo democrático no está ni en lo mayoritario ni en lo izquierdista. Hay gobiernos mayoritarios de derecha con serios problemas de autoritarismo (Uribe) o que son abiertamente autoritarios (Fujimori). Y así como ser mayoría no te hace democrático, tampoco ser minoría te hace autoritario: hay gobiernos minoritarios de izquierda, como el de la Unidad Popular en Chile, digamos, y por eso no dejan de ser democráticos. Consecuentemente, tampoco dejan de serlo gobiernos minoritarios de derecha, como el de García, o Piñera. Decir que los gobiernos neoliberales no serían democráticos, o que hay una confrontación entre un proyecto neoliberal con uno democrático confirmaría lo que comentaba Vergara: aparentemente, desde este punto de vista, los regímenes solo serían democráticos si son de izquierda. Estos sinsentidos muestran que la definición mayoritaria de izquierda de la democracia simplemente no funciona. Es que hay que saber distinguir entre la caracterización de un régimen y las simpatías o antipatías que nos despierta. Nuevamente, la cosa se complica cuando la pasión militante se impone sobre el análisis académico. Con la camiseta de izquierda antineoliberal evalúas a la democracia, y llegas a estos callejones sin salida conceptuales.
Quinto punto: yo sería neoliberal, fujimorista, gobiernista, conservador, por eso me molestarían los izquierdistas comprometidos antifujimoristas opositores revolucionarios. Nada que ver. Con Lynch, Adrianzén (y Manrique) tenemos una larga relación como colegas y compañeros de trabajo (con ellos he trabajado en el IDS, en IDEA y la PUCP, respectivamente), y por mi parte, les tengo aprecio y estima. No hay en absoluta tirria personal de mi lado, nunca se me ha ocurrido descalificarlos en forma alguna, estoy seguro de que coincidimos en más cosas de las que discrepamos y que en el futuro estaremos coincidiendo reiteradamente en diferentes temas. Tengo formación de izquierda y simpatizo con posturas socialdemócratas, así que no podría ser neoliberal; estoy en contra de la arbitrariedad del poder y todos sus vicios, por eso no podría ser fujimorista. Simpatizo con valores liberales y republicanos, así que no podría simpatizar con un gobierno como el actual tan dado a entender la tarea de gobernar como una sucesión de jugarretas de corto plazo con criterios puramente pragmáticos, pasando por encima de principios básicos (por la misma razón, valoro muy positivamente el gobierno transitorio de Paniagua y a quienes participaron en él). Tampoco me definiría como conservador, estoy totalmente de acuerdo con que asuntos sustantivos del orden social deben cambiar, y que hay que actuar en consecuencia. Aunque reconozco que también considero que no siempre los cambios son para mejor, por lo que hay que ser cuidadoso siempre. No sé si eso sea conservadurismo, o simple sentido común.
Habiendo dicho esto, creo que el asunto de las identidades políticas de cada quien no es relevante para la discusión (menos nuestras historias personales): estamos debatiendo sobre argumentos, sobre evidencia, no sobre las posiciones de las personas. Ahí está la controversia. Nuevamente: no importa si eres humalista o aprista o comunista o fujimorista o socialdemócrata, o lo que sea. Traer a colación las filiaciones políticas es un recurso retórico para ganar adhesiones o despertar antipatías para tratar de quedar bien en un debate. Lo que importa es la solidez de tus argumentos, la calidad de la evidencia en la que se basa, lo apropiado de los criterios con los que evalúas las cosas, la capacidad que tengas de dar cuenta de la dinámica de la realidad, etc. Pienso que puedes ser comunista o neoliberal y estar equivocado, o ser comunista o neoliberal y tener la razón. No importa pues qué seas, lo importante es cómo construyes un argumento. Claro que con estas consideraciones no ganarás aplausos fácilmente...
Termino con lo siguiente. Yo entiendo mi contribución al debate público desde donde puedo aportar algo, que es mi experiencia como científico social, investigador social, académico, profesor universitario, modestamente. Para mí esto significa aportar a una mejor comprensión del funcionamiento y dinámica de la realidad política, en la medida de mis capacidades, para que a partir de allí, cada quien saque sus propias conclusiones. Atención que explicar no implica justificar, son cosas muy diferentes. Pero si no entiendes algo difícilmente podrás ser eficaz en cuestionarlo o defenderlo, así que alguna utilidad tiene. Evito lo más que puedo cumplir el papel de juzgador sobre si las cosas están bien o mal, o de opinador sobre si las cosas me gustan o disgustan. Entro a ese terreno solo cuando me parece estrictamente necesario en nombre de principios generales, no causas partidarias. Asumir el papel de juzgador u opinador ciertamente es necesario, y hay muchos que lo hacen muy bien. Pero yo no tengo ni el interés ni la capacidad de desempeñar esos papeles.
Cada quien aporta al país desde donde puede. La frase "prefiero la vida a los claustros universitarios" me parece muy desafortunada. Está muy bien la militancia política y el activismo social: está muy mal que quienes la tienen miren por encima al resto. Seguramente esta es una de las razones por las que cada vez menos gente se interesa en la militancia y el activismo tradicionales. Nuevamente, todo esto me lleva al post prometido sobre mi experiencia militante, sobre lo que escribiré apenas tenga tiempo...
http://www.nicolaslynch.com/
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jueves 18 de marzo de 2010
Lecciones de un debate (2)
Martín Tanaka
Lo último que comenté sobre el debate en el que estoy participando con Nelson Manrique, Nicolás Lynch, Alberto Adrianzén, Alberto Vergera y Eduardo Dargent, puede verse aquí:
domingo 7 de marzo de 2010
Lecciones de un debate
http://martintanaka.blogspot.com/2010/03/lecciones-de-un-debate.html
lunes 1 de marzo de 2010
Intelectuales y política
http://martintanaka.blogspot.com/2010/02/intelectuales-y-politica.html
Yo pensé que el debate bajaría en intensidad, por el contrario ha subido de tono. Sin embargo, para mi gusto, está siguiendo el camino menos productivo, que hace que los temas de fondo no ocupen en centro de la discusión: en vez de ello, los intercambios tienden a personalizarse, politizarse, y las réplicas no responden propiamente a los argumentos del antagonista, sino a versiones caricaturizadas de los mismos. Es hasta cierto punto inevitable en el "fragor" de los intercambios, con sus naturales puyas y "chiquitas". Pero repito, me parece que está siguiendo un camino poco productivo. Una muestra de ello, para mí, es que siento que tengo que repetir cosas que ya dije, o aclarar que nunca dije cosas que dicen que dije (o usar la formula "quizá no me expresé bien, pero no quise dar a entender que...). Es como cuando se tiene un partido de fútbol trabado e interrumpido constantemente, "así no se puede jugar". Para que la cosa fluya uno debe esforzarse por entender bien lo que los demás quieren decir, y tratar de discutir con la mejor versión del argumento contrario. Estar dispuesto a reconocer errores, limitaciones, aceptar puntos válidos del opositor, estar dispuesto a reelaborar y aprender del intercambio. No es fácil, por supuesto, porque todos tenemos la tentación de caricaturizar el argumento contrario para así poder rebatirlo y dar la impresión de que uno tiene razón. Y si el asunto se politiza, peor todavía: ya no se trata de argumentar en abstracto, sino de defender una causa. Y en nombre de esas causas al final se puede llegar a una lógica de "demolición", de pura confrontación, en donde ya los argumentos dejan de interesar, y la tentación de caer en ataques personales es grande. Ganar no por tener mejores argumentos, sino por desacreditar al adversario. Evitemos derrapar por ese camino, por el cual lamentablemente suelen caer muchos bloggers.
Comentando las últimas críticas que he recibido, encuentro algunas constantes. Entre mis colegas polemistas se suele repetir que los he criticado porque:
1. son humalistas,
2. asumen un compromiso político,
3. rechazan un modelo positivista de objetividad científica que yo defendería,
4. manejamos ideas diferentes de lo que es democracia
5. soy neoliberal, fujimorista, gobiernista, conservador, etc.
Con los dos primeros puntos perdemos el tiempo: nada tiene de malo ser humalista, o tener compromiso político. Eso simplemente no está en debate. En el tercer punto, la cosa es centrar bien la discusión. Me parece que el tema no es epistemológico: creo que todos estaremos de acuerdo con el que positivismo "duro" o tradicional es insostenible a estas alturas, que todos tenemos inevitablemente sesgos, que nadie es totalmente "neutral", que todos tenemos valores que conviene hacer explícitos, y que debemos ser lo más rigurosos que podamos cuando investiguemos o escribamos. Para mí el punto de debate está en la dificultad (no imposibilidad) que hay en combinar trabajo académico y pasión política o militancia partidaria, a la luz de los excesos de politización e ideologización en la historia reciente de nuestras ciencias sociales (aceptando que no militar tampoco garantiza en absoluto que la calidad de tu trabajo sea mejor, por supuesto).
Para mí, un ejemplo de esto puede verse en los recientes libros de Manrique, Adrianzén y Lynch y en la discusión que estamos teniendo. No nos olvidemos que el origen de ella está en las reseñas que se han escrito sobre sus últimos libros, todos interesantes, y cuya lectura obviamente recomiendo vivamente. En Manrique se extraña un criterio de evaluación mejor de las decisiones que marcaron la vida de Haya, más allá de la idea de la traición de un programa revolucionario esbozado en los años veinte. Un mejor criterio, por ejemplo, me parece que vendría de comparar las decisiones que tomó Haya con las que tomaron otros líderes populistas en contextos similares. De lo que se trata es de manejar un criterio en el que la conclusión no esté anticipada desde la propia formulación de la hipótesis, por así decirlo.
En Adrianzén y Lynch me parece que sus diagnósticos de los gobiernos de Paniagua y Toledo y de la naturaleza de la "transición" tiene serios problemas, y es un asunto medular en sus libros. Me parece que es distorsionar las cosas sugerir que Paniagua y Toledo tuvieron programas radicales o refundacionales tal como los que estamos viendo en Ecuador o Bolivia, que el primero no implementó por falta de tiempo o su carácter de presidente transitorio, y que el segundo traicionó, y que el cumplir las tareas de la transición inconclusa o frustrada conduce a apoyar hoy ese tipo de propuestas. Y me parece que esa distorsión es consecuencia de sus diagnósticos están un tanto "contaminados" por la necesidad de justificar cómo así habiendo participado en esos gobiernos, apoyan hoy a Ollanta Humala. Aclaro nuevamente: nada hay de malo en haber participado en esos gobiernos, o con el compromiso político. El aporte de Adrianzén en el gobierno de Paniagua y el de Lynch con Toledo fue excepcional, cumplieron un excelente papel, al igual que cuando participaron en las luchas contra el gobierno de Fujimori. Y nada de malo hay, nuevamente, en apoyar a Humala. El problema está en que las opciones políticas tienden a expresarse en los trabajos académicos como justificaciones de éstas, distorsionando las cosas.
Otro ejemplo de lo mismo lo vemos con el diagnóstico de la caída del fujimorismo. Ese tema lo abordo en mi trabajo “¿Crónica de una muerte anunciada? Determinismo, voluntarismo, actores y poderes estructurales en el Perú, 1980-2000” (p. 57 – 112). En: Jane Marcus y Martín Tanaka, Lecciones del final del fujimorismo. La legitimidad presidencial y la acción política. Lima, Instituto de Estudios Peruanos, 2001 (ese tema lo abordo sólo parcialmente en mi libro Democracia sin partidos. Perú, 2000-2005. Los problemas de representación y las propuestas de reforma política -Lima, Instituto de Estudios Peruanos, 2005-, atención). Allí sostengo que la caída del fujimorismo es consecuencia principalmente de sus contradicciones internas, no de la fortaleza de la oposición o de la movilización social, que se caracterizaba por su debilidad y dispersión. Claro, eso es difícil de aceptar para quien fue protagonista de esos eventos como parte de esa oposición (conste que yo también participé en la Marcha de los Cuatro Suyos, por si acaso). A propósito, una excelente lectura crítica de lo escrito sobre la caída del fujimorismo puede verse en el blog de Carlo Magno Salcedo:
22/ene/2009: Montesinos y Fujimori ocho años después. Revisando las explicaciones sobre el colapso de un régimen autoritario (VI): la tesis de Henry Pease
http://blog.pucp.edu.pe/item/43165/catid/2583
27/nov/2008: Montesinos y Fujimori ocho años después. Revisando las explicaciones sobre el colapso de un régimen autoritario (V): la tesis de Carlos Iván Degregori
http://blog.pucp.edu.pe/item/38689
22/sep/2008: Montesinos y Fujimori ocho años después. Revisando las explicaciones sobre el colapso de un régimen autoritario (IV): la tesis de Romeo Grompone
http://blog.pucp.edu.pe/item/31402/catid/2583
20/ago/2008: Montesinos y Fujimori ocho años después. Revisando las explicaciones sobre el colapso de un régimen autoritario (III): la tesis de Julio Cotler
http://blog.pucp.edu.pe/item/28629/catid/2583
22/jul/2008: Montesinos y Fujimori ocho años después. Revisando las explicaciones sobre el colapso de un régimen autoritario (II): la tesis de Sinesio López
http://blog.pucp.edu.pe/item/27110/catid/2583
30/jun/2008: Montesinos y Fujimori ocho años después. Revisando las explicaciones sobre el colapso de un régimen autoritario (I): la tesis de Martín Tanaka
http://blog.pucp.edu.pe/item/25464/catid/2583
Sobre el cuarto punto, ese sí es un tema importante, aunque también hay caricaturas. Creo que Vergara, Dargent y yo coincidimos en entender la democracia como un régimen político, en el que la mayoría decide, pero respetando ciertas reglas de juego e instituciones, de modo que se evite un ejercicio arbitrario del poder; y en que nuestras democracias tienen muy mala calidad, por lo que son necesarios un amplio y profundo conjunto de reformas y cambios que les den contenido. Los contornos específicos de esos cambios son materia de debate político, pero en general puede decirse que democracias con organizaciones sindicales y populares débiles tienen mayores déficits en el ejercicio de la ciudadanía, un asunto fundamental.
Por el contrario, Adrianzén y Lynch parecen privilegiar una definición mayoritaria, plebiscitaria, de democracia, evaluada centralmente por el contenido de sus políticas, por eso ven con simpatía a Morales y Correa, gobiernos mayoritarios de izquierda. Mi crítica ha sido que esa definición es deficiente, porque lo democrático no está ni en lo mayoritario ni en lo izquierdista. Hay gobiernos mayoritarios de derecha con serios problemas de autoritarismo (Uribe) o que son abiertamente autoritarios (Fujimori). Y así como ser mayoría no te hace democrático, tampoco ser minoría te hace autoritario: hay gobiernos minoritarios de izquierda, como el de la Unidad Popular en Chile, digamos, y por eso no dejan de ser democráticos. Consecuentemente, tampoco dejan de serlo gobiernos minoritarios de derecha, como el de García, o Piñera. Decir que los gobiernos neoliberales no serían democráticos, o que hay una confrontación entre un proyecto neoliberal con uno democrático confirmaría lo que comentaba Vergara: aparentemente, desde este punto de vista, los regímenes solo serían democráticos si son de izquierda. Estos sinsentidos muestran que la definición mayoritaria de izquierda de la democracia simplemente no funciona. Es que hay que saber distinguir entre la caracterización de un régimen y las simpatías o antipatías que nos despierta. Nuevamente, la cosa se complica cuando la pasión militante se impone sobre el análisis académico. Con la camiseta de izquierda antineoliberal evalúas a la democracia, y llegas a estos callejones sin salida conceptuales.
Quinto punto: yo sería neoliberal, fujimorista, gobiernista, conservador, por eso me molestarían los izquierdistas comprometidos antifujimoristas opositores revolucionarios. Nada que ver. Con Lynch, Adrianzén (y Manrique) tenemos una larga relación como colegas y compañeros de trabajo (con ellos he trabajado en el IDS, en IDEA y la PUCP, respectivamente), y por mi parte, les tengo aprecio y estima. No hay en absoluta tirria personal de mi lado, nunca se me ha ocurrido descalificarlos en forma alguna, estoy seguro de que coincidimos en más cosas de las que discrepamos y que en el futuro estaremos coincidiendo reiteradamente en diferentes temas. Tengo formación de izquierda y simpatizo con posturas socialdemócratas, así que no podría ser neoliberal; estoy en contra de la arbitrariedad del poder y todos sus vicios, por eso no podría ser fujimorista. Simpatizo con valores liberales y republicanos, así que no podría simpatizar con un gobierno como el actual tan dado a entender la tarea de gobernar como una sucesión de jugarretas de corto plazo con criterios puramente pragmáticos, pasando por encima de principios básicos (por la misma razón, valoro muy positivamente el gobierno transitorio de Paniagua y a quienes participaron en él). Tampoco me definiría como conservador, estoy totalmente de acuerdo con que asuntos sustantivos del orden social deben cambiar, y que hay que actuar en consecuencia. Aunque reconozco que también considero que no siempre los cambios son para mejor, por lo que hay que ser cuidadoso siempre. No sé si eso sea conservadurismo, o simple sentido común.
Habiendo dicho esto, creo que el asunto de las identidades políticas de cada quien no es relevante para la discusión (menos nuestras historias personales): estamos debatiendo sobre argumentos, sobre evidencia, no sobre las posiciones de las personas. Ahí está la controversia. Nuevamente: no importa si eres humalista o aprista o comunista o fujimorista o socialdemócrata, o lo que sea. Traer a colación las filiaciones políticas es un recurso retórico para ganar adhesiones o despertar antipatías para tratar de quedar bien en un debate. Lo que importa es la solidez de tus argumentos, la calidad de la evidencia en la que se basa, lo apropiado de los criterios con los que evalúas las cosas, la capacidad que tengas de dar cuenta de la dinámica de la realidad, etc. Pienso que puedes ser comunista o neoliberal y estar equivocado, o ser comunista o neoliberal y tener la razón. No importa pues qué seas, lo importante es cómo construyes un argumento. Claro que con estas consideraciones no ganarás aplausos fácilmente...
Termino con lo siguiente. Yo entiendo mi contribución al debate público desde donde puedo aportar algo, que es mi experiencia como científico social, investigador social, académico, profesor universitario, modestamente. Para mí esto significa aportar a una mejor comprensión del funcionamiento y dinámica de la realidad política, en la medida de mis capacidades, para que a partir de allí, cada quien saque sus propias conclusiones. Atención que explicar no implica justificar, son cosas muy diferentes. Pero si no entiendes algo difícilmente podrás ser eficaz en cuestionarlo o defenderlo, así que alguna utilidad tiene. Evito lo más que puedo cumplir el papel de juzgador sobre si las cosas están bien o mal, o de opinador sobre si las cosas me gustan o disgustan. Entro a ese terreno solo cuando me parece estrictamente necesario en nombre de principios generales, no causas partidarias. Asumir el papel de juzgador u opinador ciertamente es necesario, y hay muchos que lo hacen muy bien. Pero yo no tengo ni el interés ni la capacidad de desempeñar esos papeles.
Cada quien aporta al país desde donde puede. La frase "prefiero la vida a los claustros universitarios" me parece muy desafortunada. Está muy bien la militancia política y el activismo social: está muy mal que quienes la tienen miren por encima al resto. Seguramente esta es una de las razones por las que cada vez menos gente se interesa en la militancia y el activismo tradicionales. Nuevamente, todo esto me lleva al post prometido sobre mi experiencia militante, sobre lo que escribiré apenas tenga tiempo...
yo no creo que sea un error ubicarse separado de ciertas ideologias de cierta forma como dice simmel al identificar al extranjero, es decir a alguien que no pertenece al grupo es que nos formamos la idea de quiene somos, pues damos a entender que somos y que no somos, es necesaria la diferencia de identidad siempre para saber de que estamos hechos y cuales son nuestros fines.
ResponderEliminarAsi mismo me parece que el concepto de "clase" no lo entiendo del todo, no se en que terminologia se refiere, clase es lo mismo que grupo? es clase social? ,que es ....no estara desfazado, con esto no quiero decir que la ley de la contradiccion no sea util, me parece necesaria hasta cierto punto visto el conflicto, como necesario para replantear los ordenes anteriores, eliminarlos o modificarlos pero me parece imposible eliminarlos del todo, por el mismo hecho historico de la construccion de algo sobre la base de otro hecho historico.Otra cosa que me gustaria comentar era el hecho de la ideologia tal como Zizeck lo plantea en su ensayo sobre esta, sus conclusions que la ideologia esta impregnada de forma conciente o inconciente en todo proceso comunicativo, pues todo lenguaje logico tiene argumento previamente acptados en lo que los sociologos llamamos la "socialidad"(bauman,sociedad liquida), es decir la vida cotidiana de forma inconciente y automatica." el conocimiento es una imgane subjetiva, de la realidad. Pero de que realidad hablamos solo de la podemos conocer limitadamente, sea por la informacion o los pocos instrumentos con que contamos.
Para finalizar me permito criticar que el tipo de trabajo de los paises latinoamericanos es llevado a fuertes diferencias de ingresos y brechas peor no se , si ese sea el gran problema , no seria mejor que todos fueramos ricos?, a que todo fueramos pobres, en fin.
Algo mas eso que hblas sobre el delito de opinion y la supuesta ironia de estar en democracia y que criticar al sistema es sacada de la aldea global, es igual a lo sucedido en cualquier otro regimen llamado revolucionario , la pregunta seria como hacer una sociedad realmente de opiniones validas centradas en la propia realdiad de la poblacion, esto ya es algo etico por parte de los medios de comunicacion y el poder judicial, hay que separar el estado de la empresas transnacionales y dejar de ser un "capitalismo neopatrimonial"(la republica, otra mirada, febrero 06).
ah cierto sobre la ultima opinion de Mao que pones me parece que convencer no deberia ser el fin del debate sino hacer entender, aun asi no quiero pecar de prejuicioso pero al parecer Mao lo dice de forma unidireccional osea marxista convenzan a los equivocados......eso me suena a Testigos de Jehova, osea fundamentalistas.
Saludos1
“Creo que hoy en el mundo occidental la democracia es una especie de desgracia. Obviamente, no estoy en contra de la democracia, pero el problema es que debemos empezar a hacernos preguntas ingenuas, que son las que prefiero. Por ejemplo: ¿qué significa libertad?, ¿qué significa democracia? Porque estamos seguros de que vivimos en una democracia, pero ¿qué es lo que la gente realmente decide sobre eso? ¿Qué posibilidades de intervención tiene? Especialmente ahora, en esta época de globalización, nosotros realmente no decidimos sobre cuestiones cruciales. Muchas cosas importantes son impuestas por el FMI, por las multinacionales, por organismos de poder. Nadie, en ningún Estado, realmente decide sobre cuestiones trascendentes como éstas. Si la democracia significa que una mayoría de gente participa en los debates y decide sobre las cuestiones cruciales de las decisiones políticas, a través de las cuales una sociedad se desarrolla, entonces debemos llegar a la conclusión de que no tenemos democracia, de que no estamos viviendo en democracia”
ResponderEliminar(Entrevista a Slavoj Zizek:La ideología funciona cuando es invisible: Ver http://www.enmedio.info/entrevista-a-slavoj-zizekla-ideologia-funciona-cuando-es-invisible/)
Vivimos en democracia?
Es la pregunta de fondo de Zizek,y su respuesta es que no estamos viviendo democracia. Cada día el neoliberalismo punta de lanza del capitaismo, acrecienta sus crisis y estas se expresan en el recorte de los derechos del pueblo.
..” no creo que sea un error ubicarse separado de ciertas ideologías”. Sin embargo esa abstracción de la realidad sociales es imposible debido ya que todo ser humano esta influenciado de determinadas ideologías implícita o explícitamente
“clase es lo mismo que grupo? es clase social? ,que es ....no estara desfazado”
ResponderEliminarAflora el subjetivismo, en el amigo y olvida quizá que el concepto de clase social no fue siquiera elaborado por Marx, sino elaborado por los clásicos de la economía política y que a lo largo de la historia han venido demostrando lo acertado del concepto que a sido forjado en la misma realidad concreta.
Cuando el compañero aborda el tema de la contradicción, la ve desde una perspectiva, la del conflicto, la contradicción es mas que ese termino, tiene aplicación en todos los ámbitos del saber humano: en las matematicas (suma – resta; multiplicación, división, potenciación radicación,etc); en lo gica (conjunción – disyunción), en filosofía (materialismo – idealismo)…la lista continua…
“….el tipo de trabajo de los países latinoamericanos es llevado a fuertes diferencias de ingresos y brechas peor no se , si ese sea el gran problema , no seria mejor que todos fuéramos ricos?, a que todo fuéramos pobres, en fin.
Postulamos que el neoliberalismo punta del lanza del imperialismo en la actualidad acrecienta la brecha de ricos y pobres constituyendo ese hecho en un hecho concreto y real que se comprueba todos los días en la vida cotidiana de los hombres del pueblo. Es el sistema capitalista, un sistema económico que tiene como objetivo y lo viene comprobando en la realidad hacer que “…que todos fuéramos ricos)…., creo que la respuesta allí es negativa, el sistema capitalista no tiene la menor intención de disminuir esa enorme brecha ya creada, por que la esencia del sistema capitalista se fundamenta en la extracción de la plusvalía.
ResponderEliminar“…como hacer una sociedad realmente de opiniones validas centradas en la propia realidad de la población, esto ya es algo ético por parte de los medios de comunicación y el poder judicial”.
ResponderEliminarBajo este razonamiento usted piensa que por ética, los medios de comunicación deben reflejar la realidad y asigna al poder judicial la opción de ser el veedor de que los medios de comunicación como organismos que reflejen la realidad social. Primero los medios de comunicación, son sociedades anónimas que defienden intereses de personas en concretos y siemrpe juegan con los hilos del poder, representan no cuestiones éticas ni ideas en abstracto sino cosas materiales tangibles y de intereses concretos, o piensa usted que cada uno de los medios de comunicación del Perú, tienen como objetivo la búsqueda de la verdad e informar a la población, no a sido aleccionador en usted la imagen de la salita del SIN y los dueños de los medios de comunicación pactando y vendiendo la línea editorial de sus principales programas para satisfacer las ansias de poder del gobernante de turno,¿Por qué cree usted que Cesar Hildebrant no tiene programa en la televisión? No es acaso cierto que es un periodista casi vetado por los medios de comunicación por su crtica mordaz contra las grupos de poder. Y por cierto el poder judicial, acaso habla usted de aquella institución tan deteriorada y venida a menos que según las encuestas es la institución en que menos confía la población, aquella misma institución que por robo de una cartera y especies menores (condenable acto por cierto), puede hundir en la cárcel y desadaptar en ese recinto a un elemento delincuencial, mientras que personas de cuello y corbata que han robado a nuestro país millonarias sumas de dinero viven cárceles doradas o en elpeor de los casos, están libres o con libertad condicional (acaso había olvidado la figura del arresto domiciliario).
“…alentar la discusión y la crítica entre la gente que sostenga diferentes opiniones, permitiendo ambas libertades, la de criticar y la de contra criticar; significa no reprimir las opiniones erróneas sino convencer a la gente razonando con ellos (Mao Tse Tung 1975: 273).
En esta idea obviamente se parte de dos premisas primero, se esta razonando sobre ideas que son erróneas, y luego razonar con ellas, por ejemplo: Dios creo al hombre en 7 dias, ¿Cómo convencemos a un testigo de Jehova (ya que pusiste ese ejemplo) de que fue el proceso de la evolución lo que llevo al desarrollo de la especie humana?. La idea entonces según el razonamiento de la cita es no reprimir y criticar o mofarse subjetivamente de esa idea errónea ( la teoría creacionista) sino convencer a esas personas que son razonamientos que están equivocados, razonando con ello otros problemas, teorías etc que sirvan a una mejor comprensión sobre la evolución.Salvo amigo que usted crea en la teoría creacionista? (Entonces el fundamentalismo, estaría por el lado suyo). Y cuando refieres “no quiero pecar de prejuicioso pero al parecer Mao lo dice de forma unidireccional”, en realidad caes en ello por que en el razonamiento anterior mas le ganaron sus prejuicios que el razonamiento. En su texto “Sobre la Contradicción” fue Mao Tse Tung quien plantearía que al estudiar un problema debemos realizarlo sin caer en: subjetivismo, unilateralidad (no saber abordar los problemas en todas sus facetas) y superficialidad (no reconocer la necesidad de ir al fondo de las cosas para estudiar minuciosamente las características de la contradicción, sino limitarse a mirar de lejos y, después de una ojeada a los contornos generales de la contradicción, tratar inmediatamente de resolverla).
bueno estaba leyendo tus comentarios ya me los esperaba, lo que dice zizcek sobre la democracia es cierto , pero es que simplemente yo no creo que sea una ilusion la idea de democracia se construye segun los contextos y tiene erorres sistematicos y eticos de uso, cuando hablo de etica me refiero a una integradora como es el humanismo,la cuestion de la corrupcion del poder judicial y el dominio de los medios de comunicacion lo saben todos, pero no todos los medios son asi, ademas el proposito es tener una ideologia libertaria ah y no me has respondido sobr ela libertad de expresion en los paises revolucionarios con ideas marxistas querido amigo eso es pecado ? en fin. Sobre lo de Mao no estoy de acuerdo una cosa es llegar a un acuerdo con alguien de otra ideologia y otra es convncerlo a que tenga la misma vision ideologica que tu, eso es lo tu llamas convencimiento, lo que lo llamo entender es ponerse subjetivamente en el lado del otro pero para hacerlo de forma practica no prara quedarse asi, pues como intelectual uno no puede basarse en fundamentos desafzadas y de un solo trasfondo como el economico y meramente social.El neoliberalismo daña y marcas mas brechas entre la gente y su riqueza pero si mas no lo recuerdas es por la facilidad de los que mas tiene para producir y vender a los que no tienen, asi mismo la teconologia es esencial pero todo este afan libinidoso de producir nos lleva a destruir y no medir las consecuencias yo prefiero tener teconologia barata y sana para el ambiente, al final es parte de un proceso real, sino simplemente moriremos muchos y la tierra la poblaran pocos, y cuando me refiero ah clase te hago solo una pregunta el policia es de clase obrera ? o es proletario? no es acaso parte del estado para mantener el orden al sistema.........un sistema como la pc se mejora no se destruye.
ResponderEliminarPara comprobar cuan efectiva es aplicar la ley de la contradicción de manera profunda y no superficialmente al análisis y que ésta se aplica en todos los campos del saber humano vamos a sintetizar las contradicciones que se presentan en el comentario del compañero.
ResponderEliminar1º menciona: "yo no creo que sea un error ubicarse separado de ciertas ideologías" pero "es necesaria la diferencia de identidad siempre para saber de que estamos hechos y cuales son nuestros fines". Lo primero que deberíamos hacer es preguntarnos ¿que entiende por ideología? La respuesta a esta pregunta y a las clases sociales podrían resolverse con su ejemplo de Simmel si abordaría a la ideología no como algo meramente abstracto, unilateral y subjetivo; sino producto de la realidad cognoscible y que las clases sociales se forman a partir de su ser y su consciencia. En el ejemplo de Simmel esta claro que los pobladores primero se identificaron con su pueblo para luego hallar diferencias con el extranjero, no fue al revés ni de otro modo. No podemos hallar diferencias de algo que no conocemos, eso seria ser metafísico.
Al respecto Slavoj Zizek sostiene: “La ideología opera hoy plenamente. Uno de los tópicos de moda desde la desintegración del socialismo, a fines de la década del ’80, es que la era de la ideología ha terminado, de que vivimos en una época postideológica, pragmática, en la que la economía es una cuestión de expertos, y desde ese momento no se cree más en las grandes ideologías. Creo que eso no es verdad. Los ’90 fueron los grandes años de la utopía liberal capitalista, eso que Francis Fukuyama conceptualizó con la fórmula de “el fin de la historia”… Ahora sabemos que no hay tal fin de la historia”
Entonces nos preguntamos también ¿están desfasado los postulados posmodernos con respecto al fin de las ideologías? Si la respuesta es que la ideología permanece intacta y se desarrolla con nuevas formas entonces, seria un error ya desfasado creer que las clases sociales no existen. Podemos deducir también que el compañero cree en los postulados de Fukuyama y, en consecuencia, como dice Zizek vive aun en “la utopia liberal capitalista de los años 90” (http://www.enmedio.info/entrevista-a-slavoj-zizekla-ideologia-funciona-cuando-es-invisible/)
2º esto sucede cuando se aborda la ley de la contradicción de manera superficial “no quiero decir que la ley de la contradicción no sea útil, me parece necesaria hasta cierto punto visto el conflicto, como necesario para replantear los ordenes anteriores”. Pero, “me parece imposible eliminarlos del todo, por el mismo hecho histórico de la construcción de algo sobre la base de otro hecho histórico”. Desarrollemos entonces: la revolución francesa se desarrollo por la agudización de la contradicción entre la clase feudal dominante y la clase burguesa emergente (con apoyo del pueblo francés). Los resultados: El capitalismo como nuevo sistema económico que trajo consigo cambios radicales en la cultura, las instituciones, el arte, las formas de vida, etc.
Ahora bien, parece que el compañero sólo considera a la contradicción en su forma de lucha social y no como una herramienta valiosa de análisis e investigación. Concepto que desde luego es bastante estrecho.
3º contradicción entre conocimiento e información. Al parecer no comprende bien las diferencias entre ambas. Y para agudizar su error convoca a los medios de comunicación, “quienes son los encargados de darnos la información para actuar”. En nuestro país se olvida demasiado pronto los actos de corrupción, ¿Acaso los dueños de El Comercio no son dueños también de Peru21, de el Trome y demás diarios chichas? ¿Los medios de comunicación no actúan acaso de manera descarada defendiendo al orden existente? Si fuera lo que cree el compañero acerca del papel de los medios de comunicación, entonces, los medios de comunicación han sido los que iniciaron las revoluciones. Evidentemente no fue así, un proceso de cambio no nace sólo de la información sino principalmente del estudio de la realidad concreta en la que se desenvuelve la sociedad, más explícitos: el conocimiento de las condiciones objetivas y subjetivas.
ResponderEliminarY podríamos seguir analizando más (Sin perder el tiempo en el PJ), pero la intención como dice el compañero no es convencer-como él lo comprende-subjetivamente, pues aquí si deberíamos deslindar el convencimiento subjetivo que lo aplican los “testigos de Jehová” como dice el compañero y el convencimiento objetivo, en base a planteamientos científicos corroborados por la realidad misma. Otra cosa muy distinta es que no aceptemos nuestra falta de fundamentación para defender nuestras ideas, nuestra falta de investigación y aplicación y actuemos como pequeño burgués, soltando frases como las siguientes: “el marxismo ya esta desfasado”, “ya no se vive pobreza”, “las ideologías ya fueron”, “no hay que participar en política”, y demás acusaciones que sinceramente no se ajustan a la realidad. Sin embargo, apelando al espíritu crítico y democrático del debate alturado, aplicamos la enseñanza de Mao Tse Tung: “Que se abran cien flores y compitan cien escuelas de pensamiento”.
uhmmm me parece q estas muy mal, no me has respondido a las preguntas solo dime no se. Bueno lo que hblas de la ley de la contradiccion si se que es aplicable a muchosssssss casos y de distintas naturalezas eso no es un descubrimiento, te enfocas demasiado en una sola cosa......y no entiendes el proceso inconciente del conocimiento,la revolucion francesa trajo el capitalismo?que hay de los sistemas politicos aun represivos en Francia de aquella epoca.......etsas hblando por hablar.En Inglaterra es donde empezo el salto industrial y el poder del capital se desarrollo mas.A lo que simplemente me referia es que un concepto se construye transformandose en un constructo para desarrollar otro concepto posterior segun el contexto y el transfondo de analisis.La ley de la contradiccion como conflicot la tesis, antitesis y la sintesis es buena para entender el movimiento social y demas transfondos pero a esta tmb se le escapa el hechod e exitir la tesis aun ya existtiendo la sintesis lo cual es normal, por eso te hablo d construcciones concptuales.
ResponderEliminarah deberias leer el ensayo de zizeck sobre ideologia ............
ResponderEliminarBueno compañero, en primer lugar le saludamos por participar activamente del debate, eso desde ya es saludable.
ResponderEliminarAl parecer el dabate que debio de ser acerca de la objetividad se ha dejado de lado y se han pasado a discutir posiciones ideológicas, que si bien es cierto es bastante bueno discutir y además pone en relieve lo siguiente: "El compromiso del historiador o de cualquier científico social está implícito en su quehacer intelectual, en su praxis de dos formas, de manera explicita cuando da señales claras y nítidas de las banderas que hace suyas y de forma implícita cuando consciente o inconsciente defiende determinadas banderas que son para el las que deben seguirse..."
Sobre las preguntas del compañero, aun que no cabe responer por este medio y más bien eso deberia ser producto de su investigación, le a responder de manera sencilla.
1ª "la libertad de expresion en los paises revolucionarios con ideas marxistas querido amigo eso es pecado? No, la libre expresión es uan forma de manifestar cuan democrática es la sociedad en que vivimos. El problema aqui sería preguntarnos que ¿clase de democracia y que se entiende por democracia? Nosotros estamos por una democracia en donde se pondera la participación política.
LA DISCUSION ES MUY INTERESANTE, SIN EMBARGO NO SE PUEDE AGOTAR EN PLANTEAMIENTOS TEORICOS . EL FENOMENO EXISTE CON O SIN IDEOLOGIA . OBEJETIVO . O SUBJETIVO .... PIENSO QUE LA IDEA ES (AL MARGEN DE COLORES Y POSTURAS ) RESOLVER LOS TEMAS URGENTES....
ResponderEliminar2ª Sobre si la revolución francesa "trajo" al capitalismo? Creemos que no por nada se le llama la revolución burguesa, aquella revolución que tanto defendia Hegel y tampoco creo que se pueda desligar al burgues del capitalismo. Esa revolución marca el hito en la historia del triunfo de un sistema sobre otro. Con respecto a los sistemas represivos que continuaron a la revolucion francesa, en efecto si lo hubo, fue uan lucha entre el viejo regimen y lo nuevo; es decir: la monarquia contra la burguesia, la guillotina de Robespierre vs el genocidio desarrolado al regreso de la monarquia al poder.
ResponderEliminar3ª Con respecto a Zizek, creanos que lo hemos revisado, incluso antes que usted y nos parece que lo unico que haces es coger una parte de su ensayo, descontextualizando lo que zizek menciona acerca de la ideología.
Una vez más mencionamos que creemos en el debate alturado, en el espiritu crítico, racional y democrático de quienes comprenden y se comprometen con la transformación de la realidad del pueblo peruano. En ese sentido, consideramos poco racional y democrático dejarnos llevar por rencores alimentadas por nuestro subjetivismo y nuestra poca capacidad de análisis y discernimiento de las ideas; más por el contrario, consideramos que lanzar frases como ...Eso esta desfasado.... sin alguna fundamentación coherente quita credibilidad a sus propias ideas.
ResponderEliminarcomo dice Pedro Mo: "abrimos cerebros, no los lavamos" y ya DEJEMOS NUESTRO SUBJETIVISMO EN EL CLOSET Y QUE CONTINUE EL DEBATE...
“Todo debate sirve para esclarecer posiciones, develar miserias y erradicar ideas erróneas…”
ResponderEliminarAmigos de CIQANTU en primer lugar saludar el blog y felicitarlos por mantenernos siempre informados y con buenos artículos como el que está generando un fluido intercambio de ideas.
Me parece oportuno señalar algunas cuestiones, que considero debemos ya zanjar. En primer término es erróneo pensar que uno se puede abstraer de las ideologías y ubicarse desde la nube de la objetividad (en abstracto), considero que el debate entre Tanaka y Manrique es aleccionador (creo que el amigo con quien se debate desconoce o no ha seguido siquiera el debate que ustedes han reproducido íntegramente), se concluye que el agente cognoscente desde el plano gnoseológico (teoría del conocimiento) está influenciado de determinadas ideologías implícita o explícitamente.
Sugiero que cuando se debata sea con ideas no con trampas y excesos en que lejos de intercambiar ideas pretenden deslegitimar al que piensa de forma contraria (suena autoritario decir, lee tal autor, no lo has leído, seguro por eso no te entiendo, que se escuden en un autor para desde allí disparar cual francotirador) sobre todo cuando en sus propias palabras “el concepto de "clase" no lo entiendo del todo…..”, clase es lo mismo que grupo? es clase social? Umm. Me parece un exceso en una persona que no maneja teoría básica en las ciencias sociales y que lo reconozca (no es un desmérito ello), asumir actitudes muy lejanas aun debate académico. Zizeck??? Es el único que habla sobre ideologías?, cualquiera podría pensar que el amigo solo lee libros de ese autor.
Coincidimos en que la ideología esta impregnada consciente o inconscientemente en todo proceso comunicativo. Pero cuando el amigo, menciona de manera engañosa , de que realidad hablamos?, seguramente se referirá a los niveles de la realidad desde el plano de la gnoseología (la realidad fenoménica?, la aparencial?, la realidad esencial?), creo que cuando hablamos en las ciencias sociales de la realidad suponemos por convención que nos referimos a la realidad esencial (sabrá el amigo cuales son las diferencias entre estos niveles de la realidad?), ya que intenta llevar con preguntas pseudo filosóficas a este plano.
me parece muy interesante sus comentarios y se que me serviran de mucho en mi preparacion. deseo ser un buen historiador pero antes hay que ingresar creo yo para haci desde adentro
ResponderEliminartener una buena comprension de la realidad peruana y buscar su cambio,el desarrollo de nuestro hermozo pais. que sin duda es muy rico culturalmente,pero una seria y verdadera realidad es que la educacion peruana es muy pobre.y se que la historia, la verdadera historia no esa de celebridades pintadas. sera el cambio y el camino a un peru de muchas oportunidades. lamentablemente mi familia me presiona a no seguir con historia y cambiarme de carrera por una que te va a generar mas ingresos. pero no se que con la historia sere de mucha ayuda al cambio de mi pais, espero que algunos amigos de qantu me pueda mandar reseñas separatas de historia u otro curso que me ayude en mi preparacion , bueno me despido gracias por este espacio. atte: william Quispe Yañez. william_31_7@hotmail.com...
Saludos compañero william, desde ya le felicitamos por su vocación de apoyar con desinteres absoluto a la causa que nos une, la de forjar una nueva sociedad justa, democrática y ligada al pueblo. Sobre estudiar Historia, en la actualidad por las condiciones socio-económicas de atraviesa nuestro país encontramos oposición a las carreras que cultivan nuestro espíritu crítico y racional y que sobre todo cuestionen con argumentos científicos y reales el orden existente. En el caso de nuestros padres también esta presente esta contradicción pero no viene a ser el factor determinante de nuestra desición,para eso hay que pensar con cabeza fría sobre el destino de nuestras vidas dentro de la sociedad a la que pertenecemos.
ResponderEliminarGracias por su comentario compañero y sobre lo que requiere le estaremos apoyando.
SI ME PERMITEN LAS IMÁGENES DE MARX,LENIN Y DE MAO TSE TUNG DEBEN SER MEJORADAS CON LAS IMÁGENES DE ALGÚN PASADO-PRESENTE NUESTRO; NOMBRARE A:PACHACUTEC FORJADOR DEL IMPERIO; UN GUERRERRO SINIGUAL ME REFIERO A CAHUIDE;AL LÍDER DE LA GUERRA DE RESISTENCIA BREÑERA "AL MARISCAL CÁCERES" Y POR QUE NO MENCIONARLO AL GENERAL JUAN VELASCO ALVARADO, QUIEN TUVO EL CORAJE DE CASI DESAPARECER A LA CLASE APÁTRIDA QUE OPRIME A NUESTRO PUEBLO;EN FUNCIÓN DEL PLAN INCA,TRUNCADO POR UNOS CHILENÓFILOS.DEBO AÑADIR AL SIEMPRE IMPERECEDERO JOSÉ CARLOS MARIÁTEGUI LA CHIRA. CON SUS FRASE PERMANENTE Y REALISTA "PERUANICEMOS AL PERÚ". EL PASADO-PRESENTE ES SEÑAL DE SUS ACCIONES A TRAVÉS DEL TIEMPO Y DEL ESPACIO;NO CADUCAN SE RENUEVAN Y EN BASE AL TORQUE QUE GENERAN ENGENDRAN EVOLUCIONES. EL APORTE SOBRE TODO DE MARX Y ENGELS ES FUNDAMENTAL PERO INCLUSO A ELLOS DEBEMOS TAMBIÉN NACIONALIZAR.GRACIAS.
ResponderEliminarCOMPAÑEROS DE CIQANTU AÑADIENDO A LO MENCIONADO EN EL TEXTO ANTERIOR,TIEMPO ATRÁS UN CONOCIDO HISTORIADOR NACIONALISTA COMO EUDOXIO ORTEGA PROPUSO ELABORAR COMO IDEOLOGÍA O COMO ACCIONAR REIVINDICACIONISTA "EL BOLOGNESISMO"; EN ELLA PLANTEA QUE LA REIVINDICACIÓN DE NUESTRO PUEBLO INVOLUCRA MÁS ALLENDE DE NUESTRAS INJUSTAS FRONTERAS; ES DECIR INTEGRAR AL SENO DE NUESTRA NACIÓN LOS IRREDENTOS TERRITORIOS USURPADOS DE: ARICA,TARAPACÁ. ESTO ERA PARTE INEVITABLE Y ES EN REALIDAD INEVITABLE EN UN GOBIERNO NACIONALISTA ,DEMOCRÁTICO Y POPULAR.IMPLICANDO SOBRE TODO A LA COMUNIDAD UNIVERSITARIA.
ResponderEliminarGRACIAS.
ATTE: MIGUEL PACHECO
Que tal compañeros de ciqantu un saludo por la labor que estan realizando y decirles que doblegen esfuerzos, como dicen, hay que ir forjandonos para las futuras jornadas por venir, recordar que somos parte de lo nuevo que esta creciendo y en algun momento nos tocara definir que camino seguiremos si el DEMOCRATICO o el BUROCRATICO ya la lucha de clases nos ira definiendo y si seguimos por el mismo rumbo nos encontraremos mas adelante.
ResponderEliminarY aqui un comentario sobre el debate que han abierto, a proposito muy interesante y bueno.
Con respecto a la Historia hasta antes de Marx, se consideraba que los hechos historicos ocurrian de una forma anarquica sin relacion y desvinculadas, Marx al estudiar los hechos historicos, lo analiza y sintetiza llegando a postular LA LUCHA DE CLASES COMO PARTERA DE LA HISTORIA, nos lega el Materialismo Historico, con lo cual ordena y vincula todos los hechos historicos y ademas nos fundamenta cuales son las causas por las que sucedieron, no parte de un analisis subjetivo, si no que en su profundo analisis descubre cual es la LEY que guia el desarrollo historico, LA LUCHA DE CLASES, ley que hasta en la actualidad se sigue cumpliendo(eso lo comprobamos en los planteamiento de los intelectuales), claro esta por la existencia de clases sociales.
Reconociendo la existencia de clases sociales y ademas que estan en continua lucha(ideologica, politica y economica), no puede haber una opinion, planteamiento, etc. al margen de ella, hasta la supuesta neutralidad es tomar posicion por una de ellas, por que al pretender ser neutrales estamos conciliando con una, y conciliar es en el fondo plantear su defenza de manera indirecta, en vez de cuestionar.
Sobre el compromiso del cientifico social como mencionan y no solo el cientifico social sino de cualquier intelecual formado o en formacion, en primer lugar es seguir desarrollando su labor cientifica, y de acuerdo a la posicion de clase que asuma , lo realizara a favor de determinada clase y no al margen de ella, claro asumiendo la repercuciones que ello pueda generar.
SERVIR AL PUEBLO