Augusto Álvarez Rodrich
Flores y Kouri buscan el padrinazgo de Castañeda.
Aunque todavía nadie sabe cuándo llegará ni cuánto costará el Metropolitano, escasean los políticos interesados en indagar por los problemas de este proyecto, empezando por los que estarían llamados a hacerlo: Lourdes Flores y Alex Kouri, los dos principales candidatos en la carrera para reemplazar al alcalde Luis Castañeda.
No hay duda de la importancia de este proyecto por la agobiante situación del transporte público en la capital. Hace un par de semanas tuve la oportunidad de hacer un recorrido por las obras con la gentil compañía del alcalde Castañeda, y tengo la sensación de que, cuando esté listo, será una ayuda parcial pero importante para el transporte de los ciudadanos, algo que, como he escrito hace tiempo en este espacio, está muy vinculado a la dignidad de las personas.
Cuando esté listo, dije, porque la verdad es que este Metropolitano se ha construido a ritmo de tortuga, sin la consideración ni el respeto indispensables de informar al ciudadano de los plazos de la obra, algo que sigue siendo incierto hasta ahora que se anuncia una inauguración parcial y extraña para este jueves en el que se volverá una especie de tren fantasma.
Pero el Metropolitano no solo ha sido lento sino, también, caro. Pasar de un costo inicial de US$135 millones a alrededor de US$300 millones demandaría una explicación algo más elaborada y menos arrogante que la ofrecida hasta el momento pues proyecta una sensación de que se ha hecho al tun tun.
Hasta Condorito habría dicho “exijo una explicación”, pero no los dos punteros de la competencia por reemplazar a Castañeda, quienes este fin de semana han salido a defenderlo de las críticas legítimas que se han realizado al Metropolitano.
Flores señala estar convencida de que la obra se ha hecho “con la máxima eficiencia” –lo que pone en duda qué es lo que ella entiende por ‘eficiencia’–, y Kouri ha sido más evasivo pero con la obvia intención de no chocar con Castañeda. El ‘problema’ es que sienten que criticar a un alcalde tan popular, cuya aprobación supera el 80%, podría afectar sus candidaturas.
Pero si ambos se van a dedicar a buscar el padrinazgo del alcalde a través del ‘franelazo’, pueden estar generando oportunidades para los que aún miran la punta desde lejos, como Fernando Andrade, Luis Iberico o Susana Villarán.
Incluso, esto puede desdibujar la línea divisora entre la decencia y la corrupción que tanto pregona Lourdes Flores y que hasta ahora le viene funcionando relativamente bien. Y, más temprano que tarde, tendrá que decir algo sobre el escándalo de Comunicore. Ahí veremos su real compromiso por la decencia.
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