Augusto Álvarez Rodrich
El ex ministro Aurelio Pastor alarga su papelón.
TUMBES.- No tengo indicios de que Alejandro Toledo sea ‘el candidato’ de El Comercio, como insiste Aurelio Pastor, pero la actitud del defenestrado ministro de Justicia está dejando la sensación –seguramente inexacta– de que él fuera el candidato de José Enrique Crousillat y –por extensión y complicidad– de intereses oscuros.
Pastor fue exhibido como uno de los jóvenes valores del Apra, un partido en el que estos seres escasean o, al menos, no los muestran mucho, pero su pasión y muerte en el gabinete ministerial, así como en los días siguientes en los que no hubo ninguna resurrección sino, más bien, vocación de cavar más hondo en su cripta política, lo proyectan como un exaltado imprudente sin la estabilidad suficiente para analizar y actuar con cabeza fría ante una situación compleja.
Es decir, casi como un jefe de barra –que es lo que pareció anteayer en el balcón donde juran los ministros– o, para usar términos partidarios, un búfalo. Todo lo contrario a su mentor, maestro y pensamiento-guía Jorge del Castillo, todo un Zelig político con capacidad de establecer relaciones cordiales con sus aliados y usar la cachiporra y la manopla políticas con sus enemigos, pero siempre con cara de jugador de póker, razón por la cual hasta sus compañeros de partido desconfían de él pues el doble juego es su norma.
Volviendo a Pastor y su extraño comportamiento de los últimos días, dice Del Castillo de él que “es una buena persona”.
Seguramente lo es, y quizá lo que le esté pasando haya sido bien explicado por Carlos Bruce: “No todos los días lo botan a uno a patadas de un ministerio”.
El ‘error’ que le costó el puesto a Pastor fue defender el indulto bamba a Crousillat incluso cuando ya era obvio que este se había realizado con fraude y cuando hasta el presidente Alan García y los secretarios generales del Apra, Omar Quezada y Del Castillo, habían tomado distancia de esa cuchipanda.
Es por ello que Pastor ha dejado la sensación de ser ‘el candidato de Crousillat’. Su imagen se ha visto agravada porque él ha seguido lanzando insensateces después de dejar el cargo y porque su reemplazante, Víctor García Toma, ha sido recibido con entusiasmo en todos lados y ha traído nuevos aires al ministerio de Justicia, como la intención de querer cobrarle al ‘broadcaster del Doc’ la reparación de S/.80 millones por el dinero robado que recibió en la salita del SIN, algo que fue un ‘descuido lamentable’ de Pastor.
Si sus compañeros le tienen aprecio y quieren que su carrera política vuelva a tener algún sentido, deberían guardar a Pastor por un tiempo o ponerle una gutapercha en la boca.
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