Por Nelson Manrique
Los conflictos que han estallado en el Apra, en medio de destapes semanales de nuevos hechos de corrupción, debieran revisarse a la luz de las tensiones desatadas por los procesos electorales en marcha. García no quiere un candidato aprista a la presidencia el 2011 porque esto complicaría sus planes de reelegirse el 2016: sería difícil que los electores soporten al Apra en el poder durante tres gobiernos sucesivos. Por eso el próximo año García necesita un candidato no aprista, de ser posible controlable.
Esto no es algo nuevo. Desde el inicio de su actual gobierno García se ha movido con ese norte: al colocar a los tres dirigentes que aparecían como “presidenciables” –Jorge del Castillo, Luis Alva Castro y Mercedes Cabanillas– en la PCM o en el ministerio del Interior, logró incinerarlos. Esto sólo podría leerse como una simple coincidencia con una gran dosis de ingenuidad y, como el propio García dice, “en política no hay que ser ingenuos”. Con sus compañeros con aspiraciones contusos García creía que la situación estaba controlada, pero entonces vino la rebelión de Del Castillo (hasta aquí el escudero más fiel del inquilino de Palacio), que quería ser el candidato del partido. Y así sus trayectorias entraron en curso de colisión.
Del Castillo buscó ganar un espacio desde donde torcerle el brazo a García, secundado por una importante fracción del Apra. Se movió para lograr la secretaría general y logró concertar una alianza con los “cuarentones”, llegando al poder junto con el otro dirigente que ha estado en el ojo de la tormenta: Omar Quezada.
También los intereses electorales de un sector del Apra colisionan con los de García. Está el obvio interés de quienes sueñan con la candidatura presidencial, pero también el de los apristas que quieren postular a los gobiernos regionales y al Parlamento (que por cierto, no son pocos), aparte de quienes quisieran rescatar un mínimo de autonomía partidaria en relación con la omnímoda voluntad presidencial. Si el próximo año el Apra va a la campaña con candidato ajeno, va a tener que compartirse los puestos en las listas electorales con el aliado que ponga el candidato presidencial y eso reduciría el número de candidatos apristas.
Por eso, para quienes aspiran a incorporarse a la burocracia estatal a través de las elecciones, es importantísimo que el Apra vaya con candidato propio. Ese es el caudal político con el que vino navegando Jorge del Castillo durante las últimas semanas… hasta que las denuncias (que algunos creen que se han originado al interior del Apra) le dieron en la línea de flotación. Su hundimiento no debe apenar a todos, pues no todos pierden, aunque la imagen del Apra termine más mellada de lo que ya estaba.
Es en este contexto que se debe entender la histriónica reacción de García frente a las últimas denuncias que comprometían a Del Castillo y Quezada. No trató de trivializarlas calificándolas de “escandalete” como hizo con los petroaudios. Qué va. Calificó lo de Cofopri de “un acto de corrupción asqueroso” (¡chúpense esa!), reclamando sanciones para la “partida de basuras” que afeaban su inmaculado gobierno y remató la faena impetrándoles que se “vayan al diablo”. Una reacción digna de aplauso, a condición, claro está, de olvidar cómo se han manejado todas las denuncias anteriores, incluida las de la desaparición de unas memorias USB y la manipulación de otras, en el caso de los petroaudios, o del robo de 20 toneladas de documentos de los archivos del ministerio de Salud, días después de que Hernán Garrido Lecca abandonara el cargo de ministro, y un largo etc. (apuesto a que en este último caso policialmente es más difícil no encontrar al culpable que encontrarlo, y se viene Camisea). Apartados Del Castillo y Quezada del camino, las denuncias deben olvidarse, salvo, claro, que no hayan escarmentado y vuelvan a las andadas.
Para recordarnos en qué país vivimos, Rómulo León Alegría acaba de enviar un recado bastante transparente a Palacio, al denunciar a través de su abogado que han desaparecido de la CPU de su computadora cien correos electrónicos enviados por Mirtha Cunza, la secretaria personal de Alan García. El mensaje no es difícil de descifrar, si recordamos que en una oportunidad anterior les recordó que podía hablar: ¿Y si él se acordara qué decían los emails? Lindo país, ¿verdad?
Las manoseaba | Diario OJO
ResponderEliminarojo.pe/breves/las-manoseaba-95773/
08 de Octubre del 2011 - 23:04 - La policía de la comisaría de El Agustino intervino al residente de Medicina, Angel Emanuelle Velarde Muñoz (25), acusado de realizar tocamientos indebidos en sus partes genitales a 4 pacientes del pabellón de Ginecología del Hospital Hipólito Unánue.
Según los agentes, el jefe de seguridad del referido nosocomio Carlos Ruiz Valentín (40), denunció el hecho al tomar conocimiento de lo ocurrido por denuncia de las agraviadas, Yuriko T. D. (22), Diana L.C. (28), Lindi Castro G. (28) y Hely P. M. (24) de los pabellones B-1 y B-2. 'Apagó las luces para tocarnos', manifestaron.
oven de 20 años denuncia a médico por tocamientos indebidos
ResponderEliminarVera Lucía es una joven de 20 años que sufre de migraña. Ella fue hasta la clínica Providencia en San Miguel para iniciar un tratamiento, pero lo que sucedió fue realmente aterrador.
Vera Lucía es una joven de 20 años que sufre de migraña. Ella fue hasta la clínica Providencia en San Miguel para iniciar un tratamiento, pero lo que sucedió fue realmente aterrador. El Dr. Paul Portilla Condeso, mediante la excusa de “descartar un problema hormonal”, sometió a la joven a tocamientos en sus partes íntimas por más de media hora, según denuncian. El mal momento había pasado, pero todo tornó en una pesadilla, cuando otro médico, que se le acercó para atenderla, le dijo desconocer a Portilla. El médico no ha querido dar la cara a la prensa y se encuentra no habido.
21.01.2015 | 22:47 pm
Joven denuncia que fue víctima de tocamientos indebidos en clínica
Doctor le habría tocado sus partes íntimas argumentando que su dolor se podía deber a un problema hormonal.
Una estudiante de 20 años denunció al médico Paul Portilla, de la Clínica Providencia, de realizarle tocamientos indebidos cuando llegó a atenderse por un dolor de cabeza.
Según manifiesta, el doctor le tocó sus partes íntimas argumentando que el dolor se podía deber a un problema hormonal.
Según la denuncia de diciembre pasado, el médico jefe del piso donde fue atendida reconoció que Portilla no estaba a cargo del área. En tanto, su abogado señaló que no se ha presentado a las citaciones.
Poul Rogger Portilla Condezo