viernes, 19 de marzo de 2010

SOBRE LA SITUACIÓN DE LA MUJER EN NEPAL: El ayer contra el hoy y el mañana

LA SITUACIÓN DE LAS MUJERES DALIT EN EL MARCO DE LA OPRESIÓN DE LAS MUJERES

Antecedentes

Nepal es un país de geografía muy variada, como también lo es su clima. Dentro de su territorio se halla el Everest, la montaña más alta del mundo, pero existen igualmente tierras muy bajas, tan sólo a 150 metros sobre el nivel del mar, y la composición social y étnica del país es asimismo variada. En gran parte, el estilo de vida nepalés está dominado por la religión hindú, que divide al conjunto de la sociedad, de acuerdo con las castas, en cuatro grandes grupos, conocidos como brahmanes, chatrias, vaisias y sudras. A lo largo del tiempo la doctrina de las castas ha provocado el desarrollo de una sociedad rígidamente jerárquica, en la que los brahmanes están en lo más alto y los sudras, a los que de ahora en adelante se designará como dalit, en lo más bajo.

La palabra dalit significa literalmente «alguien que emerge de un pantano». Las personas que pertenecen a esta comunidad viven en un pantano de ignorancia, explotación, marginalización, pobreza absoluta y, sobre todo, discriminación por razón de su casta.

Según un censo de 1991, las comunidades dalit representan el 15,57% de la población total del país. Hay quien argumenta, sin embargo, que muchas subcastas dalit no están incluidas en esta cifra debido a la complejidad del sistema. Se calcula, en consecuencia, que la comunidad dalit abarca el 20% de la población total del país, es decir, 4 millones, y que la población de mujeres dalit es la mitad de esa cifra, es decir, 2 millones. En general, si se quiere describir a un dalit hay que decir de él que es analfabeto, que no tiene trabajo ni tierras, y que es pobre, ignorante y dócil, no conoce la higiene, sufre explotación, está sucio y enfermo y es ignorado por el resto de la sociedad. La comunidad dalit ha perdido la autoestima y la dignidad como resultado de cientos de años de discriminación social, explotación y marginación. Pese a todo ello, los dalit son excelentes artesanos. Las estadísticas, sin embargo, ponen de manifiesto que están muy atrasados en el proceso de desarrollos comparados con otros grupos dentro del sistema de castas. A diferencia de otros grupos étnicos, los dalit están repartidos por todo el país.

En el contexto actual de globalización del problema de la mujer, las nepalesas de diferentes sectores de la sociedad están alzando su voz para protestar contra la discriminación y la explotación. El gobierno ha creado ya un ministerio independiente para el Desarrollo de la Mujer y una sección autónoma que se ocupa de cuestiones relacionadas con la mujer a nivel nacional e internacional; ambas pueden considerarse buenas iniciativas, pero es desafortunado que el problema de las mujeres dalit no haya alcanzado rango nacional dado que suponen el 10% de la población total del país. Si los problemas y las preocupaciones de un sector tan importante de la población se ignoran, cabe interrogarse sobre el valor del movimiento de las mujeres en el país.

En general, las mujeres nepalesas gozan de muy escasa consideración dentro de la sociedad, al igual que en otros países de Asia meridional, pero la situación de las mujeres dalit es especialmente deplorable. Todos los problemas imaginables se concentran para crear la realidad vital de las mujeres dalit. Cada mujer dalit es una historia viva de dolor, sufrimiento, angustia, abyección moral y malos tratos. Además de ser víctimas de discriminación por razón del sexo lo son también a causa de la casta a la que pertenecen. Nada tiene de sorprendente que los estudios sociales hayan indicado que la situación de las mujeres dalit está por debajo de la media nacional. También se ha podido comprobar que va de mal en peor. Existe un acuerdo total entre planificadores y trabajadores sociales de Nepal en cuanto a que las iniciativas en materia de desarrollo emprendidas hasta el momento han tenido muy poco o ningún efecto sobre la situación de las mujeres dalit.

A continuación se detallan situación de estas mujeres los diversos aspectos de la

Situación social

Aunque la condición de «intocable» fue declarada ilegal en 1963 y la discriminación por ese motivo se convirtió en delito al proclamarse la Constitución de 1990, todavía se sigue practicando, de manera especial en la periferia del valle de Katmandú (la capital de Nepal) y en zonas rurales. La comunidad dalit en su totalidad es explotada y discriminada por razones de casta, pero las mujeres lo son todavía más. Los efectos de la discriminación se advierten sobre todo con motivo del suministro de agua, ya se trate de fuentes, pozos o manantiales, etc., de uso común. Dado que las mujeres son las responsables de llevar agua al hogar, son ellas quienes se enfrentan con la discriminación y sufren insultos, amenazas y agresiones. Existen otros entornos en los que, de manera especial, se discrimina a los dalit, como los centros de enseñanza y las pequeñas concentraciones urbanas. Las mujeres dalit son religiosas por motivos culturales, pero no se les permite la entrada en muchos templos. Ningún dalit puede entrar en la casa de una persona de casta superior.

La sociedad nepalesa no acepta los matrimonios intercasta y las mujeres dalit son víctimas de este sistema. Si una joven de casta superior se casa con un muchacho de casta inferior, la familia del novio acepta a la muchacha. Sin embargo, cuando el matrimonio se produce entre un joven de casta superior y una muchacha de otra inferior, aparecen los problemas. La familia del marido no acepta a la mujer y se la maltrata mental y físicamente. Finalmente es abandonada.

Situación económica

Aunque la mayoría de los dalit conoce algún oficio se los explota económicamente. Se calcula que más del 65% de la población de Nepal vive por debajo del límite de pobreza y, en el caso de las comunidades dalit, debido a su historia de discriminación, explotación y abusos, ese porcentaje se eleva, aproximadamente, hasta el 90%. La mayoría de los varones de esas comunidades beben, fuman y juegan, lo que aún empeora más su situación económica. Dado que las mujeres carecen de poder económico en el seno de la familia, no es difícil entender la situación económica de las mujeres dalit, que tienen que realizar duros trabajos manuales para mantener a sus hijos, recibiendo muy poco a cambio: en la mayor parte de los casos la retribución es en especie y lo que se paga no se corresponde con el trabajo hecho.

Se puede afirmar, sin duda alguna, que las mujeres dalit están más económicamente explotadas que las mujeres de castas superiores.

Situación de la educación

La tasa de alfabetización de las mujeres dalit es muy baja en términos absolutos y también al compararla con la de las mujeres de castas superiores. La tasa actual nepalesa es del 40% para los varones y del 25% para las mujeres. En el caso de la comunidad dalit está alfabetizado el 10%, pero en el caso de las mujeres el índice si sitúa entre el 2 y el 3%. De un total de 2 millones de mujeres dalit, apenas hay más de diez o quince con estudios superiores. Las razones fundamentales de esa situación son la falta de instrucción primaria, la pobreza absoluta y la discriminación en razón de la casta y el sexo. El resultado es que las mujeres dalit se enfrentan con gravisimas desventajas en materia de educación.

Situación sanitaria

En Nepal la esperanza de vida de las mujeres es inferior a la de los varones (Nepal es uno de los tres países del mundo donde las mujeres viven menos que los varones). Pero, si se los compara con las castas superiores, la situación sanitaria de los dalit es desastrosa. La duración media de la vida en el caso de una casta muy atrasada, llamada mushar, que vive en Terai (una de las zonas donde trabaja FEDO), es de 42 años, frente a los 52 años de la media nacional. Trastornos ginecológicos como el prolapso de útero son muy frecuentes entre las mujeres dalit. Carecen además casi por completo de información sobre regulación de la natalidad y espaciamiento de los embarazos por lo que tienden a dar a luz todos los años. Debido al analfabetismo y a la ignorancia viven en condiciones antihigiénicas que contribuyen aún más al deterioro de su salud. Los hijos de los dalit padecen en general de grave malnutrición. Dado que tienen muchos problemas para conseguir agua salubre en la mayoría de los lugares donde viven, se ven obligados a consumir agua contaminada, lo que provoca diversos trastornos gastrointestinales.

Situación política

La sociedad nepalesa es patriarcal y no se promueve la participación de las mujeres en la vida pública. Las mujeres constituyen el 52% de la población total de Nepal, pero su presencia en la política es de las más bajas de la región, situándose en el 3,4%. Según una de las disposiciones de la constitución de 1990, el 5% de todos los candidatos presentados por los partidos nacionales deben ser mujeres. La legislación no prevé que estén representadas en los gobiernos locales. Acerca de esto último se ha producido un cambio en 1997, pero no ha afectado a las mujeres dalit.

Las comunidades dalit suman el 20% de la población total del país, pero los dalit apenas tienen representación política a nivel nacional. En la actualidad 3 dalit son miembros de la cámara alta o Consejo Nacional, pero ninguno ha sido elegido para la Cámara de Representantes. Dada la situación de los varones, cabe imaginar la de las mujeres.

Conclusión

Tengo la esperanza de que ahora, gracias a esta Conferencia Internacional, el mundo tome conciencia de los inmensos problemas de discriminación y explotación con que se enfrentan las mujeres dalit de N epal . En el momento actual, se está luchando contra la discriminación que tiene como motivo la casta o el sexo. Creemos que nuestros esfuerzos, por si solos, no bastarán para emancipar en Nepal a dos millones de mujeres dalit después de siglos de marginación y explotación; por ese motivo exhortamos a la comunidad internacional a unirse a nosotras en esta lucha por la justicia.

La Organización Feminista Dalit es la primera y la única de esas características en Nepal. Con el fin de superar los problemas de las mujeres dalit estamos trabajando a nivel local para ayudar a las mujeres y a los hombres de la comunidad dalit a mejorar su situación socioeconómica, pero también lo hacemos a nivel nacional, para llamar la atención del gobierno (que no ha hecho nada o demasiado poco para intentar solucionar el problema), e internacional, para despertar el interés de la comunidad mundial.

Fuente: http://www.nodo50.org/mujeresred/nepal-dalit.html


LA MUJER Y LA LUCHA POR UN NUEVO NEPAL

26 de enero de 2006

Dipak Sapkota Janadesh Weekly

En una sociedad feudal como Nepal, para la mujer es sumamente difícil cruzar los límites que le impone la sociedad. Por ejemplo, la tradición dicta que las mujeres no salgan de su aldea sin el esposo o un guardián (hombre). En algunas partes, especialmente en Terai, no se permite a las mujeres trabajar fuera de casa, y la mayoría de las mujeres se limitan a realizar tareas domésticas en su casa y su aldea.

Pero hoy, la mujer participa en la guerra popular y en el Ejército Popular de Liberación (EPL) casi en la misma proporción que el hombre. Antes de que empezara la lucha armada en 1996, casi todas las mujeres del campo trabajaban en la cocina y la casa. Ahora han superado los límites feudales y son combatientes y comandantas de centenares de luchadores.


Entrevistamos a la camarada Rekha, comisaria de batallón de la 1ª Brigada. Es una de las mujeres de más alto rango del EPL.




P: Los feudales y los reaccionarios dicen que las mujeres son débiles y que no pueden combatir. ¿Es verdad?

Camarada Rekha: La enorme participación de la mujer en la guerra popular refuta esas afirmaciones insultantes. Centenares de mujeres han ofrendado la vida. Miles pelean con fusiles. Docenas de comandantas dirigen a cientos de combatientes. Las combatientes han jugado un papel crucial y ganado muchas batallas. Miles más hacen trabajo del partido y trabajan en el nuevo gobierno revolucionario.

P: ¿Cómo es la participación de la mujer en el Ejército Popular de Liberación?

CR: Es sorprendente y electrizante. La mayoría de las jovencitas prefieren entrar al EPL que a una organización de masas o al gobierno revolucionario. Muchas combatientes creen que la mejor manera de oponerse a la opresión es derrotar al enemigo en el campo de batalla. Un tercio del EPL son mujeres. Creo que eso contesta tu pregunta.

P: ¿Hay problemas para que las mujeres continúen participando en el trabajo militar?

CR: Sí, hay algunos. El principal problema es el efecto del embarazo. Cuando una mujer tiene un hijo, se retira por lo menos dos o tres años. Al regresar, muchas prefieren dedicarse al trabajo de organización o del estado. El EPL tiene trabajo de organización, y todos los miembros y combatientes del partido tienen que mantenerse en forma. Pero aquí me refiero a trabajo de organización en las estructuras del partido (no del EPL), como comités de distrito, comités vecinales o comités de células. También hay trabajo de organización en las organizaciones de mujeres, las organizaciones de campesinos, etc. Así que en vez de recibir entrenamiento militar y combatir en el campo de batalla, esas mujeres organizan reuniones, programas culturales, etc. Como sabes, la mayoría de las regiones, distritos y pueblos autónomos tienen gobiernos populares. Hay trabajo estatal, como recolectar impuestos, organizar reuniones, trabajo administrativo, trabajo judicial, etc. Los combatientes del EPL trabajan en cualquier parte del país y tienen que ser muy móviles para participar en acciones centralizadas y descentralizadas. Pero los líderes y cuadros que hacen trabajo de organización y de gobierno pueden quedarse cerca de su aldea o distrito, y las mujeres que desempeñan esos trabajos pueden ir a casa y ver a sus hijos con frecuencia.

Estamos considerando este problema seriamente. Pero la enorme participación electrizante de nuevas reclutas llena el vacío. También hemos avanzado a tener grupos de comandantas y comisarias políticas.

P: ¿Cuánto hace que eres comisaria de batallón? ¿Cómo ha sido esa experiencia?

CR: Llevo más o menos un año. Antes era comisaria de compañía. La oportunidad en sí es un gran desafío y estoy haciendo un gran esfuerzo por desempeñarme lo mejor que pueda y con orgullo. He aprendido que lo más importante es la ideología y después sigue la determinación de uno. Mi experiencia ha sido que todo es posible si tenemos la ideología correcta y si se implementa con valor. Nunca me siento menos fuerte que los hombres en batallas. Pero quedan remanentes feudales de una sociedad dominada por el hombre. Creo que se eliminarán en el curso de la revolución.

*****

Todo indica que el Partido Comunista de Nepal (Maoísta) y su dirección han captado la esencia de algo muy importante que dijera el camarada Lenin: que la participación de la mujer es decisiva para el éxito de la revolución. El PCN (Maoísta) se ha esforzado por forjar una dirección de mujeres en el EPL y en los nuevos gobiernos revolucionarios. Esto lo confirma el hecho de que casi una cuarta parte de los líderes centrales son mujeres. Hay muchas comandantas y comisarias en el EPL. También hay bastantes trabajadoras médicas en el EPL y en todos los niveles y esferas de organización del partido y de los gobiernos populares.

¿Qué ha cambiado tras nueve turbulentos años de guerra popular? Lo que más se destaca en la lista de cambios es la participación de la mujer en la revolución. Es un cambio importante. La mujer ha roto las cadenas de la supresión y la discriminación. Ha demostrado que no seguirá tolerando la discriminación y la represión, y que puede luchar por igualdad y por sus derechos.

¿Qué cambios ha llevado la revolución a las masas de mujeres? En las bases de apoyo y en las zonas de influencia maoísta hay mucha menos discriminación de la mujer, y esos cambios se están extendiendo a las zonas urbanas.

Las características de la distribución tradicional de trabajo también están cambiando. En las bases de apoyo, hay hombres que hacen tareas domésticas y mujeres que hacen tareas que en el pasado eran solo para hombres. En el EPL y en el partido, las responsabilidades se distribuyen por parejo, sea en la cocina o en el campo de batalla. Esto se está extendiendo a todas las masas. En las bases de apoyo, se ha eliminado la discriminación de salarios entre hombres y mujeres. Nepal es tristemente famoso por el tráfico de mujeres: por la venta de jovencitas a ciudades de India, como Mumbai, Delhi y Calcuta, y a los países árabes. El tráfico de mujeres se ha reducido. En las bases de apoyo, se está eliminando la discriminación contra la educación de las niñas y se anima a los padres a mandar a la escuela tanto a sus hijas como a sus hijos. Se está implementando educación primaria obligatoria para todos los niños. Los gobiernos populares prohíben el matrimonio de adolescentes y que los padres obliguen a sus hijos a casarse. La edad mínima para el matrimonio es 20 años para la mujer y 22 para el hombre. Las mujeres tienen el derecho de planificar la familia y de escoger el método apropiado. Se alientan los matrimonios por amor (contra los matrimonios concertados) y se da prioridad a que la mujer escoja al esposo. La poligamia está prohibida. Se alienta a las viudas a volverse a casar. Se prohibió la dote. Se prohíbe la venta de bebidas alcohólicas, que llevaban a que los hombres golpearan a la esposa.

Un cambio muy importante en el curso de la revolución es el derecho de la mujer a tener propiedades. La ley nepalesa no le da en la realidad ese derecho: tiene que quedarse soltera hasta los 35 años para heredar. El 8 de marzo, el Día Internacional de la Mujer, la Organización de Mujeres de todo Nepal (Revolucionaria), que es la organización de mujeres del PCN (Maoísta), lanzó la demanda de que todas las mujeres tengan el mismo derecho a la propiedad de sus padres. Una cantidad significativa de familias ha implementado esto. Todavía no es una ley del gobierno popular, pero una de las demandas del partido es que las mujeres tengan el derecho de poseer y heredar tierras.

La camarada Jayapuri Gharti, presidenta de la Organización de Mujeres de todo Nepal (Revolucionaria), dijo: "En la reunión de nuestro comité central decidimos convocar a las masas a dar el derecho de tener propiedades a sus hijas. Creemos que si la mujer no tiene el derecho a tener propiedades, jamás será igual al hombre. La igualdad debe empezar al momento de nacer, con el derecho de propiedad".

Le preguntamos a la camarada Gharti qué programas para la mujer existen. Dijo: "Tenemos programas de resistencia contra todos los horribles rituales que hacen que la mujer sea ciudadana de segunda categoría. Contra el tráfico de mujeres, la tradición de la dote, los dizque concursos de belleza, las películas y periódicos vulgares de India, las bebidas alcohólicas y otras cosas similares. Hemos empezado a implementar todo esto".

La revolución ha traído cambios significativos a la vida de la mujer, pero también hay problemas. Un problema es forjar muchas más mujeres líderes, especialmente en el EPL. La mayoría de las combatientes tienen de 18 a 25 años, y cuando se casan y tienen niños muchas se pasan al trabajo de organización y de gobierno. La responsabilidad de los niños y las enfermedades de la mujer también hacen difícil que la mujer participe con constancia. Otros problemas de salud para las mujeres son la alimentación deficiente, la sanidad inadecuada y la falta de servicios médicos. También quedan en el partido y en las zonas de base restos de la sociedad feudal dominada por el hombre.

Las mujeres de Nepal, con valor, sacrificio y resistencia, están resueltas a lograr la victoria en la guerra popular.

Fuente: http://www.nodo50.org/carlosmarx/spip/article.php3?id_article=105

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